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En 2008, la Organización Mundial de la Salud inició el Informe sobre la situación Mundial de la Seguridad Vial, en el que se presentaron resultados de 30 países de América.

Estadísticas: tasa de mortalidad por accidentes de tránsito

Se calculó en la región una tasa de mortalidad por accidentes de tránsito de 15.8 por cada 100,000 habitantes, presentándose variaciones de 4.3 hasta 21.8 por cada 100 mil habitantes. Once países tenían una tasa mayor de mortalidad que el promedio. En los países de América del Norte, Canadá, Estados Unidos y México, las tasas habían bajado significativamente en los últimos 30 años. Dos países del Caribe y únicamente un país de América del Sur presentaba disminución de la tasa de mortalidad en los últimos 10 años.

Estadísticas: traumatismos fatales y no fatales

En relación a los traumatismos fatales ocasionados por accidentes de tránsito, el informe señala que el 39% de los individuos que han muerto en la Región son peatones, ciclistas o motociclistas, considerada como población vulnerable. Por otro lado, el 47% de las víctimas fatales fueron ocupantes de vehículos automotores. En las regiones Andina 53% y América del Sur 50%, las estadísticas arrojaron alta incidencia en las muertes entre la población vulnerable. En América del Norte, el promedio fue de 23%. Con respecto a las muertes del grupo de ocupantes de vehículos, América del Norte presentó un índice de 74%, mientras que en la región del América del Sur es del 20%.

En cuanto a los traumatismos no fatales, entre los años 2006 y 2007 sufrieron este tipo de lesiones 35.5 personas por cada fallecido.

Solamente ocho países de América aseguraron estar invirtiendo en el tema de la seguridad vial, siendo Costarica el país que más invertía en el tema en 2008, seguido por Estados Unidos de Norteamérica.

En América Latina y el Caribe, entre 2004 y 2008 1,2 millones de personas sufrieron traumatismos, y 130 mil fallecieron anualmente, por cada una de estas personas 15 son hospitalizados y 70 fueron atendidos en salas de urgencias. Los países que no contaban con un sistema estructurado de atención prehospitalaria a disposición de las víctimas de lesiones por accidentes de tránsito eran Guatemala, El Salvador, Ecuador, Jamaica, Perú, Uruguay y San Vicente y las Granadinas. Aquellos países que negaron tener servicio telefónico universal, es decir, con un número de teléfono de urgencias para todo el país, fueron Argentina, Guyana, Honduras, México, Panamá y Paraguay.

En los últimos años, la empresas de transporte de carga y pasajeros han mejorado y reducido las jornadas de sus operadores. Sin embargo, muchos de estos conductores trabajan horas extras para otras compañías, sometiéndose a estrés, cansancio, fatiga y sueño. Para contrarestar estos efectos, suelen consumir estimulantes legales sin receta médica, como aquellos que contienen clobenzorex, o ingieren bebidas energetizantes que producen el mismo efecto que las anfetaminas.

Estadísticas

Estudios recientes en Brasil indicaron que el 48% de los conductores de empresas de transporte de carga y pasajeros, usaron drogas, y el 65% de ellos aceptaron el consumo de anfetaminas. Estados Unidos de Norteamérica, reportó en 2006 que más de 17 mil personas murieron en accidentes relacionados con el alcohol, y que el 15% de los conductores involucrados en percances viales, usaron drogas.

En México, las drogas que mayormente se consumen son la marihuana, la cocaína, el crack, los alucinógenos, inhalantes y estimulantes anfetamínicos, siendo estos últimos los preferidos por los transportistas, ya que inhibe los efectos del sueño, pero también provoca nerviosismo, aumento de la actividad física, disminución de la sensación de fatiga, etc.

Por su parte el clobenzorex, aunque también inhibe el sueño provoca psicosis, ansiedad, insomnio, ilusiones, sensibilidad a la liz, vértigo, depresión, nerviosismo, agitación, alucinaciones auditivas, convulsiones y dolores de cabeza.

Efectos sobre el conductor

El consumo de estas drogas es propiciada en gran parte por la forma en la que operan algunas empresas. De cualquier forma, las alteraciones psicológicas, físicas y conductuales a las que puede someterse un conductor, están íntimanente relacionadas con la seguridad vial, pues el consumo de drogas o estimulantes impiden una conducción responsable, siendo importante la intervención de la autoridad y de la empresa, quienes deberán trabajar conjuntamente para reducir ciertas prácticas internas y disminuir con ello los accidentes de tránsito.



Distracciones al conducir.

Las más comunes son sintonizar la radio, cambiar o poner un CD, encender un cigarrillo, contestar un celular, leer o mandar un mensaje de texto, voltear a los asientos traseros, levantar cosas de debajo de los asientos, saludar a alguien e incluso ver la televisión o una película. Todas estas son situaciones que pueden llevarle al conductor de 2 a 5 segundos de distracción, y con ello ocasionar un percance severo.

Respeto al peatón y sus áreas designadas.

El segundo lugar de accidentes de tránsito lo ocupa el atropellamiento de peatones, si bien una parte es por irresponsabilidad del peatón, se sabe que muchos peatones no respetan las áreas para cruzar y muestran conductas imprudentes. El atropellar a alguien implica un proceso legal largo y tedioso, detención en todos los casos y el seguimiento de un expediente ante el Ministerio Público con el fin de esclarecer los hechos.

Conocimiento del reglamento de tránsito.

Pocos son los conductores que se interesan por saber las cuestiones más básicas del reglamento de tránsito, y menos aún los que se interesan por las últimas reformas, con lo que se evitarían accidentes y multas, siendo realmente importante que las escuelas de manejo pongan mucho énfasis en el estudio y comprensión del reglamento de tránsito, sobre todo en cuanto a los derechos y obligaciones del conductor, y las facultades y límites de la autoridad.

Cambio inadecuado de la velocidad.

Al igual que el uso inadecuado del clutch, el cambio erróneo de la velocidad, implica un mayor desgaste a su vehículo, generándole costos imprevistos y un rendimiento irregular de su automotor.

Uso de la licencia de conducir.

El simple hecho de que la autoridad no evalúe la capacidad de manejo de los conductores y condicione así la expedición de licencias de conducir, genera incertidumbre en el tema de la Seguridad Vial. La irresponsabilidad es tal que el 8% de los conductores en México no tienen licencia, y se calcula que un número mayor cuentan con una licencia vencida.

Uso excesivo del freno.

El no guardar una distancia adecuada de seguimiento, provoca que el conductor acelere y frene descontroladamente, lo que podría estresar a los demás conductores y en el peor de los casos generar accidentes que hubieran podido evitarse. Otro problema es el mal uso del vehículo, frenar excesivamente desgasta las balatas.

A principios de este año, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de México (CESVI), realizó una investigación con 2500 conductores respecto a los malos hábitos que se aprenden al conducir, ya sea por la persona que les enseñó a manejar o por descuido personal, dichas prácticas pueden tener serias consecuencias para la Seguridad Vial.

Entre los errores más frecuentes se encuentran: la forma de sujetar el volante, cambio de carril y uso de luces direccionales, distancias, límites de velocidad, uso del cinturón de seguridad, uso del clutch, distracciones al conducir, respeto al peatón y sus áreas designadas, conocimiento del reglamento de tránsito, cambio inadecuado de la velocidad, uso de la licencia de conducir y el uso excesivo del freno.

Forma de sujetar el volante. Muchas personas acostumbran tomar el volante con una mano o sujetarlo con los dedos, con lo que se es más propenso a dar volantazos y perder el control del vehículo. Se sugiere tener el control con la palma de la mano y con ambas manos en una posición relajada del volante.

Cambio de carril y uso de luces direccionales. Para rebasar, dar vuelta o cualquier movimiento que implique cambio de carril, es necesario avisar con las direccionales, y con ello evitar accidentes.

Distancias. Gran parte de los accidentes en México son por alcance, causa segura de no mantener una distancia de seguimiento adecuada. Una regla comprobada para mantener una distancia prudente es tomar como marca un poste, árbol o cualquier otro objeto en la calle o carretera en la que se encuentre circulando, comience a contar los segundos desde que la parte trasera del vehículo de enfrente pase por ese punto, y el momento en el que la parte frontal de su vehículo cruce la misma, 2 segundos son una distancia suficiente para evitar siniestros por alcance. Si existe mal tiempo o lluvia, procure agregar 2 o 3 segundos más.

Límites de velocidad. Comunmente los conductores rebasan el límite de velocidad entre 20 y 30 km/hr, siendo interesante saber que por cada kilómetro que se aumente por hora, se incrementa en un 5% las lesiones y en un 7% los accidentes fatales. Porfavor, ponga atención a los señalamientos de tránsito y obedezca los límites de velocidad establecidos.

Uso del cinturón de seguridad. Actualmente en todo el territorio nacional es obligatorio el uso del cinturón de seguridad, ya que mantiene a la persona en su lugar, elevando sus posibilidades de sobrevivir a un accidente de tránsito. La eficiencia de este dependerá de la forma en la que el conductor lo utilice: páselo sobre su hombro y no permita que roce con su cuello, la parte inferior debe situarse sobre su cintura. Cuide que los demás pasajeros lo usen correctamente.

Uso inadecuado del clutch. Solamente el 85% de la población que conduce en México, hace uso correcto del pedal de embrague, dejando al 15% restante en gran desventaja respecto al cuidado del motor de su automóvil.

Cada año se registran cuatro millones de accidentes de tránsito en México, de los que 750 mil personas son hospitalizadas, 24 de ellas mueren y 40 mil sufren alguna discapacidad a causa de dichos accidentes. El costo anual de todo esto es de 126 mil millones de pesos.

En México, los accidentes de tránsito constituyen la primer causa de muerte entre la población de 5 a 35 años de edad y constituye la segunda causa de discapacidad ya que 10 millones de personas que padecen estos problemas, 1.9 le deben su condición a los accidentes de tránsito.

A su vez, constituye la segunda causa de orfandad, el 63% de la población masculina requiere hospitalización por este motivo y 8 mil jóvenes de entre 15 a 29 años de edad mueren en condiciones trágicas por algún percance automovilístico.

¿Qué pasa en México?

En 2004 y derivado del profundo interés de la Organización de las Naciones Unidas, México se comprometió con este Organismo Internacional a que, en los próximos 10 años iba a reducir a la mitad el número de accidentes, y en consecuencia, las cifras fatales.

Influye también el hecho de que hoy en día, algunas escuelas de manejo ofrecen cursos express de entre 10 y hasta 20 horas, incluídas las de práctica, en las que se pretende analizar un tema tan importante como lo es la seguridad vial, en tan poco tiempo, siendo que en países más avanzados, las evaluaciones de manejo son estrictas, y requieren que se haya atendido un curso de uno o hasta dos años.

Estos datos son pruebas duras no solamente para la autoridad, sino también para las escuelas de manejo, quizás sea necesario tomar medidas más estrictas en cuanto al conocimiento de las obligaciones como conductores y peatones, que tal vez sea prudente sugerir a la autoridad un compromiso mayor al momento de extender la licencia de conducir, pero quizás lo más importante sea la necesidad de que la sociedad en general, se interese y comprometa con la Seguridad Vial.