Desde el próximo 5 hasta el 9 de septiembre se llevará a cabo en la ciudad de Guadalajara (México) el X Congreso Internacional Hacia Ciudades Libres de Autos, que convoca anulamente la organización Worl Carfree Network y tiene como objetivo promover cambios positivos y respetuosos ambientalmente para las ciudades, a través de la reducción de la cifra de vehículos que cada día se desplazan por sus calles.
Promover medios alternativos de transporte
Este foro tratará de generar acciones integrales en materia automovilística en distintas partes del mundo, donde el crecimiento excesivo del número de vehículos en las ciudades, unido a la falta de educación vial y la gran cantidad de accidentes de tránsito, hacen que sea urgente poner un freno a la circulación vehicular. Esta excesiva circulación genera problemas de salud, pero también medioambientales.
La tasa de crecimiento anual de coches en el mundo es de 3.5 por ciento, y en las ciudades se generan cada vez más costos de inversión en infraestructura para facilitar los desplazamientos en vehículos particulares. En numerosas ciudades se gasta mucho en inversión de infraestructura, pero en cambio no se hace lo mismo para mejorar el transporte público, y este es uno de los puntos que se quieren reforzar durante el encuentro.
Según las estadísticas que manejan los organizadores, anualmente mueren 1.200.000 personas en accidentes viales, más que en todos los conflictos armados del mundo, y más de 50 millones sufren heridas e incluso discapacidades, producto de colisiones. América Latina tiene la tasa más alta de mortalidad en accidentes, con 26.1 muertes por cada cien mil habitantes, cifra que se estima alcance las 31 muertes por cada cien mil habitantes para el año 2020 si no se buscan soluciones al problema.
Temas para abordar
Por eso, el foro pretende impulsar las políticas públicas de prevención y de reducción del uso del vehículo, además de la imposición de medidas que protejan a ciclistas y peatones, algunos de los grupos más afectados por el problema. Entre los temas que abordarán expertos de todo el mundo durante el Congreso estarán: democracia y construcción de ciudadanía, alternativas al uso del automóvil, salud, medio ambiente y territorio.
En Ecuador se está aplicando el artículo 92 de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, lo cual ya ha generado controles más estrictos ya que únicamente 11 universidades, 12 sindicatos y cuatro escuelas politécnicas del país se encuentran formando a las personas que desean obtener un permiso de conducción para chofer profesional, ya que son los centros autorizados.
Centros autorizados
Según esta norma quienes desean ejercer estos trabajos deben conseguir primero una licencia que les habilita para conducir vehículos a motor de distitntos tipos, maquinaria, camiones u otros vehículos pesados. En el caso de estos futuros choferes, deben inscribirse en un curso en algunas de las 11 universidades y las 4 escuelas politécnicas del país que lo imparten. También están autorizados 12 sindicatos. El listado de nombres es transmitido a la Agencia de Tránsito, que controla la asistencia de los participantes. Solo los que lo completan con asistencia y aprobando el examen final, obtienen la licencia.
Las universidades en las que está disponbible el curso son San Francisco de Quito; de Especialidades Espíritu Santo de Guayaquil; Chimborazo; Técnica del Norte; Milagro; del Sur de Manabí; Internacional; Eloy Alfaro; Técnica de Manabí y Ecotec. Mientras tanto, los sindicatos autorizados a impartir el curso son los ubicados en las localidades de Pelileo, Píllaro, Piñas, Biblián, Catamayo, Cuenca, Naranjal, Tarqui, Huaquillas, Esmeraldas, Riobamba, y, Almeida de Rumiñahui.
Requisistos de los aspirantes
Los aspirantes a conductores profesionales necesitan cumplir con requisitos estrictos para obtener su licencia: Deben contar con la licencia de vehíuclos normas (tipo B), presentar cédula de ciudadanía y papleta de votación, y deben tener un nivel mínimo de eduacación de primer año de bachillerato. Además tienen que pasar por un examen médico y entregar el certificado correspondiente, presentar cuatro fotografías y pagar 15 dólares por los exámenes de vista y oído. Este sistema permitió que el pasado año se capacitaran y profesionalizaran 13 mil 677 conductores.
El Dispositivo Bicentenario de Seguridad (Dibise) que se instaló en Venezuela anunció que desde el pasado 5 de agosto hasta la fecha se han realizado 3.500 pruebas de alcoholemia a los conductores de las diferentes líneas de transporte público que operan en los 18 terminales terrestres de las principales ciudades del país, con un resultado de 120 conductores que dieron positivo por el momento.
Multa y retirada de licencia
Cuando un conductor del transporte público resulta positivo en el test, recibe una multa y la suspensión de su licencia de manejar. Según los datos ofrecidos, hasta el momento se han suspendido 177 permisos de conducir, la mayoría por positivos de alcohol, aunque también algunos por presencia de otras drogas.
Esta información fue dada a concoer en la terminal Terrestre La Bandera de Caracas, una de las que cuenta con mayor flujo de transporte en el páis y donde se realizan 250 test de alcoholemia diario a los quienes manejan estos vehículos. A los conductores que resultan positivos en el control, se les aplica una multa de 10 unidades tributarias y se les suspende la licencia de conducir.
Reducir accidentes en vacaciones
El objetivo de esta campaña es garantizar la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos que viajan en este mes de agosto, en el que muchos están de vacaciones dado que los niños están en pleno descanso escolar. Con ello se quiere reducir la tasa de mortalidad por accidentes en en el transporte colectivo.
Además de los controles a conductores, en el marco de este operativo de seguridad vacacional se están ofreciendo charlas a los pilotos sobre las medidas y precauciones que deben tomar al momento de manejar estos vehículos. Los operativos estarán vigentes hasta la finalización de este periodo estival el próximo 15 de septiembre.
Por su parte, la Federación del Transporte de Venezuela afirmó que el gremio de conductores está comprometida con la toma de las medidas necesarias para poder garantizar la seugridad de los usuario.
Peatones y ciclistas corren en todos los países un mayor riesgo de convertirse en víctimas mortales en un accidente de tránsito, ante la desprotección que presentan frente a un vehículo automotor, pero en el Perú este riesgo se multiplica considerablemente. Según reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en ese país, el 80 por ciento los accidentes de tráfico con fallecidos estos son peatones.
En el resto de la región latinoamericana esta tasa se reduce al 50 por ciento de las muertes. La OMS estima que ocho de cada diez muertes en accidentes en el país corresponden a viandantes, los usuarios más vulnerables de las vías. Además la isntitución calcula que si no se implementan soluciones que prevengan este tipo de accidentes, estas cifras aumentarán un 65 por ciento para el año 2020.![atropello_[1]](http://www.blogdelaautoescuela.com/america/wp-content/uploads/2011/08/atropello_1-300x138.jpg)
Costes demasiado altos
Además, según las últimas estadísticas reveladas por el Ministerio de Salud, cada día pierden la vida siete personas en accidentes de tránsito en el Perú, y cada hora cinco más resultan heridas, cifras que colocan al país en las primeras posiciones mundiales en lo que respecta a inseguridad vial.
Estas cifras trágicas tienen otra lectura, y es que le cuestan al país la pérdida de cientos de jóvenes en edad de incorporarse al mercado laboral, ya que el 50% de las víctimas tienen entre 13 y 25 años. Y no solo eso, sino que el coste económico también es directo en atención sanitaria a lesionados, pues el Estado gasta más de mil millones de dólares anualmente, es decir entre un 1 y un 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en atenderlos.
Causas Diversas
Las principales causas de estas cifras segúnla OMS son la falta de una cultura de seguridad vial entre los conductores y peatones, así como la ausencia de respeto a las normas de tránsito, la velocidad excesiva, el consumo de alcohol y la falta de políticas públicas específicas de protección al peatón por parte de las autoridades.
Este medio de transporte es más barato y accesible para la población, pero conlleva riesgos.
En las ciudades de América Latina, el uso de la motocicleta se ha generalizado debido a que es un medio de transporte de bajo costo y acceso más fácil para el usuario. Este es un medio que se ha popularizado espacialmente en las zonas urbanas, pero su eclosión requiere también de atención especial por parte de administración pública, el sector privado y los formadores en conducción, ya que presenta nuevos riesgos para la vialidad.
Entre los datos a tener en cuenta resaltan que la mayoría de conductores son hombres frente a un mínimo de mujeres, quienes generalmente viajan en la moto como acompañantes. Además los usuarios suelen ser predominantemente jóvenes, y casi nunca superan los 35 años de edad, según datos de un estudio de muestra realizado por el Comité Transitorio de la Seguridad Vial para América Latina.
Riesgos del aumento de motos
Sin embargo, no todo el que compra una motocicleta sabe conducirla ni respetan la normativa relativa al manejo de este tipo de vehículo. Y tampoco los conductores de vehículos ordinarios o de transporte público están acostumbrados a respetar el paso de las motocicletas. Ambos motivos son causa frecuente de accidentes.
También es común el uso de motos en mal estado, lo cual conlleva mayor riesgo. Las lesiones que se producen en los accidentes en este tipo de vehículo suelen ser de mayor gravedad que las de los vehículos, pues la protección del conductor y acompañante es mucho menor.
Además, el auge de las motos está desbancando al transporte público, lo cual supone un problema para el manejo sostenible de las ciudades. En países como Colombia el 50 por ciento de vehículos que circulan son motocicletas.
Concientizar a la ciudadanía y conductores de la necesidad de un buen manejo de las motocicletas, y el respeto de las normativas de conducción de cada país pueden ayudar a reducir los accidentes.