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América Latina es una de las regiones del mundo donde los accidentes de tránsito generan mayor número de muertes en el mundo, más de cien mil anualmente, según las cifras que se dieron a conocer en la pasada conferencia Década de Acción para la Seguridad Vial.  Es necesario puntualizar que una gran cantidad de esas muertes, aproximadamente un tercio de ellas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se producen por estar relacionadas con el consumo de alcohol.

Efectos negativos

El alcohol es un producto altamente negativo para las facultades sensoriales, que son absolutamente necesarias para una conducción segura. Esta susstancia actua como depresor del sistema nervioso, por lo cual afecta al tiempo de reacción de la persona, es decir, al tiempo que se tarda en percatar de algo y a la sensibilidad a acontecimientos externos. También reduce la capacidad visual, produce efectos negativos sobre la motricidad y la coordinación, reduce la capacidad de atención, y la de seguir una trayectoria. Estos son factores que disminuyen considerablemente las habilidades para conducir y aumentan proporcionalmente las posibilidades de sufrir un accidente.

Mitos y verdades

Por eso, conviene revertir algunos mitos oídos por todos,  y que no son ciertos respecto al alcohol. Uno de ellos es que la bebida alcohólica afecta por igual a todas las personas en cantidades bajas. Esta afirmación no es cierta, pues cada persona, dependiendo de su peso, edad e índice de grasa corporal, presentará una tasa distinta de alcoholemia.  Otro de los mitos que se escucha con frecuencia es que el alcohol no es absorvido por el cuerpo si se cosume con alimentos.  Es cierto que se retrasa la abosrción en la sangre, pero termina siendo absorvido de igual manera. Por tanto, solo se atrasa el efecto, pero no se elimina. Otros afirman que se puede reducir el alcohol en sangre durmiendo una siesta, tomando un café o bañándose. Esta es otra creencia falsa, pues el nivel de alcohol en sangre no puede reducirse con ninguno de estos métodos, y únicamente desaparece cuando es procesado y absorvido por el organismo.

Aunque la tasa permitida de alcoholemia en los países de Latinoamérica varía, sin duda lo mejor es no tomar si se tiene que conducir, o viceversa. De esta manera, se evita correr un riesgo innecesario al volante o poner en riesgo la vida de otras perosonas, pues alcohol y automóvil forman un cóctel que casi nunca genera buenos resultados.

 

Es una de esas palabras que asustan nada más oírla, sin embargo, la amaxofobia es una patologías más común de lo que generalmente se cree. Y es que el miedo a subirse a un auto, y más aún, a conducirlo, puede llevar a muchas personas a prescindir de un medio de transporte que facilita la vida y se hace necesario en muchas ocasiones, e incluso a aislarse y no salir de casa.

La amaxofobia es, según la definición de la Real Academia de la Lengua Española, el temor patológico a conducir un vehículo o viajar en él. No existen cifras que indiquen a cuántas personas afecta esta patología en América Latina, pero es más común de lo que se piensa y no distingue entre edades o sexos, pues afecta por igual a mujeres y a hombres. Se trata de un miedo irracional que invade a la persona, en ocasiones de manera repentina, y que además, es muy poco comprendido por la sociedaden general, pues se tiende a restar importancia al tema e incluso a burlarse de estas patologías.

Sudor y taquicardias durante la conducción

Entre los síntomas que presentan las personas que sufren este tipo de trastorno están la  excesiva sudoración, ataques de pánico al volante, dolor de estómago, estrés, sensación de descontrol, temblores y taquicardia. Repentinamente, la persona que manejaba con total tranquilidad y seguridad, y que estaba capacitada para ello, comienza a sentir miedo paulatinamente, primero al  conducir a velocidades altas, al adelantar a otro auto, después al incorporarse a una autopista, y progresivamente a todo lo que esté relacionado con el vehículo.

Aunque el origen de esta fobia puede ser diverso, en general se relaciona con traumas relativos accidentes de tránsito, u otros trastornos de ansiedad o estrés postraumático.  Por ello, lo más recomendable para atajarlo es asistir aun especialista que trabaje este miedo, pues, igual que otras fobias, identificando, racionalizando y trabajando sobre ellas pueden ser superadas.

El entorno es importante

Adicionalmente, para quienes sufran este tipo de miedo, se recomienda analizar la situación con calma,  estudiar las posibles soluciones y hacerse acompañar por personas de confianza que ayuden a comprender que no existe un peligro real por el hecho de manejar o subirse a un vehículo. El entorno de la persona es muy importante, ya que si existe compresión, esta fobia puede superarse en tres meses.

También es recomendable que el resto de conductores estén informados de que esta enfermedad existe. De este modo, si detectan que alguien realiza maniobras extrañas, frena bruscamente o no adelanta a un camión en carretera pese a tener el espacio suficiente, es posible que se encuentre ante una persona que sufre de amaxofobia.

 

Cuando leemos algún material sobre automóviles o pruebas de manejo nos podemos encontrar que se mencionan los conceptos de sobreviraje y subviraje y a veces no todos logramos identificar claramente lo que significan cada uno de ellos.

Definiciones

El subviraje es el fenómeno por el cual la parte de adelante de nuestro automóvil pierde adherencia y tiende a salirse hacia el exterior cuando tomamos una curva.

Es un fenómeno muy común en los automóviles con tracción delantera y responde a fenómenos físicos como el reparto de pesos entre ambos ejes y las inercias por las transferencias de masas en los momentos de tomar las curvas.

Se produce este fenómeno cuando tomamos una curva de la carretera con excesiva velocidad, cuando perdemos motricidad o agarre en un piso deslizable o cuando intentamos frenar e medio de la curva bloqueando nuestras ruedas delanteras.

La dirección o volante de nuestro vehículo se aligera cuando estamos en el subviraje.

Por el contrario, el sobreviraje se produce cuando tenemos más agarre en el tren delantero que en el trasero y sentimos como nuestro automóvil se agarra a la curva en forma excesiva.Esto sucede muchas veces en los automóviles equipados con tracción trasera.

No hay que asustarse

Debemos conocer muy bien las reacciones de nuestro vehículo antes de experimentarlas, ya que no es agradable sentir que nos estamos yendo de la curva o que nos estamos agarrando demasiado al pavimento mientras rodamos.

El entrenamiento teórico y práctico de estos dos fenómenos nos puede prevenir del susto y la impresión que podemos vivir en situaciones totalmente reales y comunes que no entrañan gran peligro si sabemos como sobrellevarlas.

Los sobrevirajes se pueden producir cuando desaceleramos nuestro vehículo mismo en una curva, debido a que nuestro tren delantero gana en adherencia mientras que las ruedas traseras la pierden o bien cuando frenamos antes de llegar a la curva y el piso de un lado de la carretera tiene más adherencia que del otro, desestabilizado nuestra marcha.

Este fenómeno es muy común en los rallys sobre tierra u otras superficies deslizantes, vemos como los pilotos hacen que el coche sobrevire antes de llegar a la curva y mientras giran el volante en sentido contrario entran y salen de la curva a toda velocidad.Es un efecto bastante interesante en las carreras de turismo carretero, pero que no recomendamos en absoluto para el tránsito en ciudades o autopistas nacionales.

Actualmente, la cantidad de accidentes de tránsito que ocurren a diario es alarmante a nivel mundial. Por eso, es muy importante saber de qué forma actuar frente a una situación de conflicto. Mientras esperamos la llegada de una ambulancia, podremos seguir algunos procedimientos que pueden ser muy útiles en estos casos.

En primer lugar, mantener la calma

Parece lo más sencillo, pero es lo más dificultoso a la hora una situación delicada. Es fundamental, sin embargo, generar un clima de tranquilidad. Si debemos esperar una ambulancia, no se gana nada con estados de alteración generalizados: en estados de desesperación el herido podría moverse generándose aún más lesiones. Es altamente recomendable acompañar en todo momento a la víctima, dialogando con ella y observar atentamente la evolución de su estado general.

Asimismo, es muy importante prestar  atención a curiosos (siempre presentes en este tipo de sucesos) que, lejos de brindar alguna ayuda, generan con su presencia un clima de espectacularidad y desesperación nada favorecedor para las víctimas. Es bueno saber que el herido todavía no tiene conciencia plena de su cuerpo y estado general, por lo que no agradable que vea caras ajenas de desesperación y susto. Así que si está a su alcance, intente retirarlos lo más posible del lugar de los hechos.

En segundo lugar, no haga de más

En muchas ocasiones, intentando ayudar podemos conseguir todo lo contrario; por eso por más que el general de la gente actúe de buena voluntad, hay cuestiones fundamentales que habría que evitar.

La primera regla básica es que nunca debe moverse a los heridos graves. Si existe la mínima posibilidad de que las víctimas tengan algún tipo de lesión medular desconocida por todos hasta ese momento, intentar moverlo podría convertirlo automáticamente, en una víctima fatal. Para eso esperaremos a la asistencia médica; pues son ellos quienes cuentan con los conocimientos necesarios para trasladar a los siniestrados.

 

 

Este medio de transporte es más barato y accesible para la población, pero conlleva riesgos.

En las ciudades de América Latina, el uso de la motocicleta se ha generalizado debido a que es un medio de transporte de bajo costo y acceso más fácil para el usuario.  Este es un medio que se ha  popularizado espacialmente en las zonas urbanas, pero su eclosión requiere también de atención especial por parte de administración pública, el sector privado y los formadores en conducción, ya que presenta nuevos riesgos para la vialidad.

Entre los datos a tener en cuenta resaltan que la mayoría de conductores son hombres frente a un mínimo de mujeres, quienes generalmente viajan en la moto como acompañantes. Además los usuarios suelen ser predominantemente jóvenes, y casi nunca superan los 35 años de edad, según datos de un estudio de muestra realizado por el Comité Transitorio de la Seguridad Vial para América Latina.

Riesgos del aumento de motos

Sin embargo, no todo el que compra una motocicleta sabe conducirla ni respetan la normativa relativa al manejo de este tipo de vehículo. Y tampoco los conductores de vehículos ordinarios o de transporte público están acostumbrados a respetar el paso de las motocicletas. Ambos motivos son causa frecuente de accidentes.

También es común el uso de motos en mal estado, lo cual conlleva mayor riesgo.  Las lesiones que se producen en los accidentes en este tipo de vehículo suelen ser de mayor gravedad que las de los vehículos, pues la protección del conductor y acompañante es mucho menor.

Además, el auge de las motos está desbancando al transporte público, lo cual supone un problema para el manejo sostenible de las ciudades. En países como Colombia el 50 por ciento de vehículos que circulan son motocicletas.

Concientizar a la ciudadanía y conductores de la necesidad de un buen manejo de las motocicletas, y el respeto de las normativas de conducción de cada país pueden ayudar a reducir los  accidentes.