En marzo de 2011, los ministros y funcionarios sudamericanos del sector Transporte de Perú, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, acordaron realizar la Primera Campaña Sudamericana de Seguridad Vial.
Esta campaña fue convenida en la ciudad de Lima, Perú, y se plasmó en un documento que se denominó Declaración de Lima. El objetivo común en el que coincidieron las naciones participantes fue en el de trabajar para reducir los accidentes de tránsito.
El documento final de la declaración contó con once puntos, entre los cuales se destacan:
– La conformación de un Comité Sudamericano que se encargará del diseño y producción de la Primera Campaña Sudamericana;
– La incorporación en el curriculum escolar de la enseñanza sobre educación vial a niños, adolescentes y jóvenes que se encuentren en etapa escolar;
– La implementación de programas de revisiones técnicas vehiculares que sean estándares en las regiones de los países implicados;
– El diseño de políticas que se orienten a la eliminación de vehículos viejos y en deplorables condiciones mecánicas buscando reducir los niveles de accidentes generados por esta variable.
– El desarrollo políticas para la promoción del transporte público masivo y promover la movilidad no motorizada en cada uno de los gobiernos nacionales o subnacionales involucrados en la Declaración;
– Trabajar en políticas nacionales para mejorar los procedimientos de atención en emergencia y/o rescate de heridos de acuerdo a la resolución de la Organización Mundial de la Salud WHA-57-10;
– La creación o apoyo de Observatorios Nacionales de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial y la definición de los lineamientos estandarizados de información generada por estos organismos; y,
– La sistematización en cada nación del procedimiento de registro de datos sobre colisiones de tránsito, incorporando indicadores internacionales.
Es importante recordar que en Latinoamérica mueren por accidentes de tránsito 130 mil personas, un millón resultan heridas y cientos de miles quedan con traumatismos severos, lo que hace que toda iniciativa para modificar estos números, tratando de disminuirlos, es bienvenida.