En la ciudad argentina de Buenos Aires, los accidentes viales han generado diversas secuelas, cuyos costos han sido subsanados en la mayoría de los casos por el gobierno.
Por otro lado, la implementación de leyes y reglamentos viales han disminuido la incidencia de algunos accidentes de tránsito, sin embargo, la aplicación de los programas de Seguridad y Educación Vial en algunas áreas de la sociedad bonaerense, no se han recibido con la sensatez debida. Los programas de educación y seguridad vial, no sólo están dirigidas a los conductores de automóviles, ambos programas incluyen a motociclistas, ciclistas y peatones.Todos son ciudadanos y usuarios de carreteras y aceras de la ciudad.
Aparentemente, los reglamentos y normas de tránsito, así como la educación y seguridad vial, incluyen a los conductores en general, excepto a los peatones porque algunos transeúntes circulan de forma irresponsable, por todos lados menos por las aceras, cruzan a media calle sin utilizar las cebras o puentes peatonales, y no respetan el reglamento de tránsito vigente. Debido a ello, Buenos Aires presenta altas cifras de siniestralidad peatonal.
En Honduras, las consecuencias de los accidentes de tránsito, como las lesiones, los costos materiales y los inválidos, han recibido atención por parte de las autoridades correspondientes. Sin embargo, las actividades para reducir los accidentes de tránsito, han resultado insuficientes.
En Argentina el planteamiento del contexto de la Seguridad Vial, es la cuestión de comprender ¿por qué suceden los accidentes? ¿De cuántos somos responsables nosotros como conductores? ¿De cuántos somos responsables nosotros como peatones? ¿Qué se está haciendo al respecto?. Naturalmente, aclarar que es un accidente y definirlo como un suceso eventual o acción que involuntariamente producen daños para las personas o bienes materiales.
En Venezuela, la tendencia de los accidentes de tránsito continua a la alza y sigue incrementándose a pesar de las medidas impuestas por el gobierno para reducir los eventos viales.En el país sudamericano el 91% de los accidentes automovilísticos, son por negligencia del conductor, que conduce bajo efectos del alcohol o de alguna otra droga, se encuentra utilizando teléfono celular, porque desconoce las señales de tránsito o que por descuido las omitió, en éstos caso la cuestión de la autoridad es ¿De qué sirven los programas de Seguridad Vial implementados y el tiempo invertido para enseñar las leyes y normas esenciales? Sí, a los conductores no les importa, preservar la vida de los involucrados en los accidentes viales?.
Los datos numéricos de los accidentes viales, ocurridos en Bolivia en el último año muestran una tendencia creciente igual a los índices de mortalidad y morbilidad. La consecuencia lógica es que la Seguridad Vial pase a formar parte de un asunto de salud pública.

