Muchas personas critican la forma de conducir de los chóferes de autobuses, pero pocos tienen la consideración de comprender que es más difícil conducir un vehículo de grandes proporciones como un autobús que un vehículo más pequeño, por lo tanto, no suelen usar el sentido común, no intenta conducir con precaución y en vez de facilitar la conducción para los autobuses, por el contrario, la hacen más difícil.
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Conducir no es un juego, un mínimo descuido por parte del conductor y puede poner en riesgo la vida de los ocupantes del vehículo que conduce, la vida de otras personas y su propia vida, por lo tanto, es necesario que cuando conduzcas mantengas siempre la atención sobre el camino y consideres aplicar siempre el hábito de atención permanente, el cual consiste en evitar cualquier distracción y hacer caso omiso de las mismas, si bien esta responsabilidad es en primer lugar, del conducto, es necesario que los acompañantes tomen medidas para ayudar a mantener la atención del conductor en el camino. Por ello, te indicaremos unos pequeños consejos para mantener una conducción segura:
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En virtud de la situación actual que se presenta en las calles mientras las personas conducen, en donde la agresividad, violencia, intolerancia, impaciencia y constante violación a las normas de tránsito es lo que reina, se denota con más urgencia la necesidad de crear y fomentar el uso de las autoescuelas como agentes de cambio. Y es que precisamente eso es lo que hace una autoescuela ser un agente de cambio para las personas que se entrenan y aprenden en ella. Aunque a causa del aprendizaje empírico, la tradición de la autoescuela muchos la pasan por alto.
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Cuando una persona sufre de depresión suele perder la concentración y solo pensar en sus problemas, además, pueden presentar ataques de pánico o cometer actos violentos, así que, lo más probable es que no puede estar frente a un volante conduciendo un vehículo. Sin embargo, existen otras circunstancias por las que se sugiere que los conductores deprimidos no conduzcan y se mencionan a continuación.
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La responsabilidad de conducir de forma segura y cumpliendo con las normas de tránsito no solo es responsabilidad de la persona que conduce, sino, que es también, responsabilidad de los pasajeros que lo acompañan, por ello, aunque no lo creas, puedes resultar multado, aunque no seas la persona que está conduciendo, de allí, que en diferentes países de Latinoamérica, se esté efectuando un estudio sobre que multas o sanciones a los pasajeros se pueden considerar, por vulnerar normas de tránsito, aunque ello no conduzcan:
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