
Al momento de comenzar a conducir es grande la expectativas y, muchas de las veces, también el temor, ya que sentarse detrás de un volante implica una gran responsabilidad para con la vida propia y la de los demás.
Los alumnos y futuros conductores deben decidir qué escuela de manejo es la indicada basándose en diversas informaciones que lo acercarán a lo deseado.
La finalidad de un curso para conductores tiene como fin adiestrar a los candidatos en las habilidades fundamentales y conocimientos básicos acerca de
cómo manejar un vehículo motorizado; sin embargo, una dinámica de información práctico-teórica deficiente, puede resultar en un potencial peligro vial de cara a la salida a la calle del futuro conductor.
Algunos pasos de investigación antes de decidir
Es importante comunicarse no con una, sino con varias escuelas para obtener información y poder realizar una lista de pros y contras en cuanto a: horarios de los cursos, tarifas, procedimientos de inscripción, etc. También es loable pedir referencias a ex alumnos de cada escuela. Pero la comparación principal deberá consistir en evaluar la calidad instructiva, el número de alumnos y las clases prácticas. Siempre es preferible gastar un poco más, pero asegurarse una instrucción de alto nivel.
Será interesante, también, realizar una visita a cada escuela de conductores que se encuentre en consideración del interesado. Hacer un recorrido por las aulas e, incluso, la posibilidad de presenciar una clase. No estará demás dar una hojeada al libro del curso y comprobar que esté actualizado, y su duración. Nunca habrá que creer que el curso más corto es el apropiado.
Yendo más al detalle, convendría averiguar si acaso la escuela tiene incorporada una política a propósito de posibles clases compensatorias y reembolsos. Además, no habría que dejar de verificar cómo resuelve la escuela las quejas que se le presenten.

En el Perú, una de las principales causas de accidentes de tránsito la constituyen los peatones imprudentes, quienes cruzan pistas y carreteras sin percatarse del semáforo y hasta arriesgan su vida obviando los puentes peatonales. Ante esto, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones del Perú, optó en el 2010, por incluir en su reglamento de tránsito, infracciones para peatones, las cuales aunque en su momento fueron recibidas con gran algarabía, en la actualidad casi han perdido vigencia.
Según informaron varios efectivos del orden, dichas papeletas, aunque permanecen en el reglamento de tránsito, hace varios meses que no están siendo aplicadas dado que los multados hacen caso omiso a las mismas. “Antes se podía identificar y sancionar al peatón cuando ocasionaba caos cruzando la pista indebidamente. Ahora, cuando están apurados no respetan ni las leyes de tránsito ni los cruceros peatonales. Nos ignoran por completo”, Comentó Antonia Velasquez, quien trabaja como policía de tránsito en el distrito limeño de San Isidro.
No pagan papeletas
Cabe indicar que según informó el Consejo Nacional de Seguridad Vial, solo entre 500 y 700 papeletas impuestas a peatones que infringieron las normas de tránsito, de un total de 22.160 expedidas, en el 2011, fueron canceladas. Ante esto, El presidente del Consejo Nacional de Seguridad Vial, Enrique Medri, pidió una mayor colaboración por parte de los alcaldes distritales a fin de aplicar las multas y no permitir que esta medida quede deshabilitada.
En cuanto a la aplicación de multas a los conductores, Medri señaló que en ese aspecto hay más rigurosidad dado en el 2011 se han impuesto un millón 126 mil papeletas, mientras que el 2010 se aplicaron menos de la mitad.
Entre las principales infracciones para peatones en el Perú figuran, entre otras:
- Cruzar la calzada por lugar prohibido.
- Transitar por las calzadas.
- No respetar las señales que rigen el tránsito y transitar cerca del borde de la calzada.

Fiat Auto Argentina, en conjunto con su red de concesionarios oficiales, lanzó “Cursos de Manejo Seguro”, en el espacio Driving Experience que la marca comparte con Chrysler en el autódromo de Buenos Aires “Juan y Oscar Gálvez”.
El curso está destinado a clientes de la marca invitados por los concesionarios oficiales Fiat, y las clases son impartidas por el piloto Gustavo Der Ohanessian, también instructor de BMW Driver Training y Fiat Linea Competizione. El énfasis de estas clases está puesto en el aprovechamiento del sistema de frenos ABS.
Asimismo, el modelo Fiat Punto es el que se utiliza para realizar las pruebas de instrucción, en las cuales los clientes obtienen conocimiento acerca de técnicas de manejo preventivo y seguro. El curso abarca tanto el aspecto teórico como el práctico y los módulos del mismo tienen como fin que el asistente adquiera los conceptos elementales acerca de técnicas de manejo seguro y responsable.
Detalles de las actividades del curso
El asistente obtendrá práctica de manejo sobre calzada resbaladiza y uso de frenos ABS; se le proveerá, además, del conocimiento necesario para un adecuado uso del equipamiento de seguridad activa y pasiva. La instrucción incluirá también la prevención de situaciones de riesgos, reacciones apropiadas frente a simulacros de urgencias cotidianas en situaciones urbanas probables, pautas para mejorar la pericia del conductor y perfeccionamiento en el uso de la tecnología aplicada a la conducción.
A estos fines, se procedió a adecuar un circuito con disposición de diferentes obstáculos en pista, lo cual apunta a optimizar los reflejos de los conductores en instancias límite, y también a realizar frenados de emergencia con ABS y sin esta tecnología, en callejón con desvío o sin él.
Fiat no es la única marca con escuela de manejo en el autódromo de Buenos Aires. Audi y Chrysler cuentan con las suyas, mientras que BMW Group Argentina fue la última en inaugurar su sede de instrucción en el Gálvez.

Ecuador es uno de los países de América del Sur, que posee la infraestructura carretera más desarrollada a lo largo y ancho de todo el territorio ecuatoriano, estas características de crecimiento han servido de estímulo, en los últimos años para crear programas de previsión de accidentes viales, eventos que han crecido en todas las ciudades de forma alarmante en el país sudamericano.
Los accidentes de tránsito, asimismo, se han convertido en un problema económico y social, los costos anuales afectan el producto interno bruto (PIB) del Ecuador en promedio del 1.5 al 2% lo que equivale aproximadamente a 900 millones de dólares, cantidad que forma parte del erario público y que afecta directamente a la economía nacional.
Con base en la información estadística y los estudios realizados por el departamento de Ingeniería de Tránsito de los organismos ecuatorianos, se concluyó que en Ecuador en promedio ocurren 16786 accidentes de tránsito a nivel nacional. El gobierno ecuatoriano, al implementar lo que denominó “El plan estratégico de seguridad vial de Ecuador”, estableció el objetivo de reducir al 40% los siniestros derivados de los accidentes de tránsito, en un tiempo estimado hasta el año 2015.
Actividades para mejorar la seguridad vial
Derivado de este plan, se acordó incorporar paulatinamente otras actividades, que con el tiempo fueran permanentes, tales como:
- Realizar operativos constantes para incrementar el uso del cinturón de seguridad y el casco en conductores y pasajeros de vehículos, bicicletas y motocicletas.
- Hacer amonestaciones a conductores y peatones que se encontraran bajo la influencia del alcohol o alguna otra droga.
- Incrementar el uso de las zonas de seguridad conocidas como cebras y puentes peatonales, a través de indicaciones a los transeúntes, difusión de la información en los diferentes medios de comunicación, utilizando todas las tecnologías disponibles.
- Dar a conocer las normas y reglamentos de tránsito existentes en el país.

Cuatro accidentes ocurridos en unidades de transporte público, que dejaron como saldo 3 víctimas fatales y 94 heridos, ocurrieron en los últimos tres meses en Valencia, Naguanagua y Carlos Arvelo, Venezuela. Según autoridades de Tránsito Terrestre, los siniestros se debieron a fallas humanas o mecánicas.
En una encuesta realizada a un grupo de usuarios se obtuvo como resultado que se responsabiliza a las autoridades y conductores de las unidades, por lo cual de ello se despliega una mayor exigencia en pos de la disminución de accidentes: mayor vigilancia y fiscalización para conductores, y mantenimiento de las unidades e infraestructuras viales.
Una estudiante de la Universidad de Carabobo (Daniela González), asegura que la principal causa de estos siniestros de debe al exceso de velocidad. Afirmó: “Los conductores de autobuses públicos que prestan servicio a la universidad andan en la autopista como locos, y de paso permiten a estudiantes (que viajen) de pie, quienes a la hora de un accidente son los primeros en sufrir lesiones”.
Sugerencias de los usuarios
Por caso, Daniela González pide que se asigne un número telefónico para denuncias, y que cualquier persona que testifique cualquier irregularidad en la vía pública pueda reportarla.
En tanto, Jorge Bastidas, estudiante universitario y bombero, opina que estos accidentes se producen, en su mayoría, a causa de una falta de conciencia en los conductores, que no respetan las leyes de tránsito con tal de “llegar más rápido a las paradas y subir más pasajeros”. Jorge apunta: “Muchos de ellos ni siquiera respetan las paradas, ya que se detienen a mitad de la vía para descargar o subir al usuario”. Sugiere que estos choferes reciban talleres de formación y capacitación adecuada.
Por su parte, el ingeniero Luis Barón opina que el principio del problema de los accidentes de tránsito se debe a la imperfecta escogencia por parte de las empresas de transporte público: las unidades utilizadas no reciben el debido mantenimiento y muchas ya han acabado con su vida útil. También considera que es imperante que los choferes aprendan y adopten las normas de urbanidad para dar el trato que merece el pasajero.