Pedagogía de la conducción

En el pasado reciente solíamos dejar a la intuición y a la réplica, no siempre acertada, el aprendizaje de la técnica y la práctica del manejo del auto. Y, aunque es una práctica extendida, habrá que preguntarse la función de hacerlo desde la profesionalización de la actividad y si podemos considerar una pedagogía de la conducción. Especialmente hablando de cómo tratar el error y el facto emocional a la hora de enseñar-aprender a conducir.

Como en todos los aspectos de nuestra vida y formación, la atención en las emociones está cada vez más presente en la educación vial y en el proceso de enseñanza-aprendizaje en general. La nuestra es una actividad que requiere de observar cuidadosamente y atender las emociones del conductor, tanto en el aprendizaje de quien comienza a conducir un automóvil como en la constante formación de conductores avanzados. Desde ahí podremos hablar de una pedagogía de la conducción.

¿Cómo abordar el error e involucrar las emociones?

Si queremos plantearnos una pedagogía de la conducción, tendremos que partir del tratamiento que se ha dado recientemente del error en educación. Hasta hace algunos años el equívoco de los estudiantes era, literalmente, reprobado y eran reprendidos por ello o padecían consecuencias hasta cierto punto ilógicas. Concretamente nos centramos en el método de la zanahoria y el garrote.

En cuando a la conducción, es evidente por el número de personas que hablan de que quienes les quisieron enseñar a conducir les gritaron o se desesperaron con cada detalle del proceso. Hoy comprendemos que es un acto violento y que hay que aspirar a la perfección, pero desde una pedagogía de la conducción que involucre al otro como legítimo otro, esto es: no desde el juicio, sino pensando en obtener resultados paulatinos desde la comprensión emocional de quien aprende.

Todavía muchos instructores consideran que deben enseñar como ellos aprendieron y que la vida es pagar altos precios. La realidad exige pararse en el lugar del otro y entregarse para que conduzca con maestría, pero desde lo dicho, desde la pedagogía de la conducción. Es un camino posible que será norma en lo inmediato.

Imagen subida por Conducción Eficiente (conduccioneficiente.tv) Todos los derechos reservados