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Las  luces de corto alcance, también conocidas como luces de cruce, son aquellas que se utilizan durante la noche para iluminar el camino a una distancia de aproximadamente 40 metros por delante. Asimismo, se emplean en pasos interiores donde no llega la luz, aparcamientos y túneles. Ayudan, de esta forma a visualizar mejor el tráfico sin encandilar a quienes circulan en sentido contrario.

Obligatoriedad legal

En muchos países de América Latina ya son de uso obligatorio durante el día en sitios especiales como carreteras o autovías. La razón de esta medida radica particularmente  en que estadísticas mundiales indican que la utilización de las luces de cruce podría reducir en un 5% la cantidad de accidentes de tránsito a nivel continental.

Ventajas y desventajas

Mediante su uso podremos verificar algunos pros y contras.

Ventajas: Permiten vislumbrar vehículos a grandes distancias con mayor facilidad, sobre todo en circunstancias climáticas adversas como ser la neblina o la lluvia y además, ayudan a visualizar ciclistas y motoristas de manera bastante clara.

Asimismo, es bueno  recordar siempre que su uso beneficia nuestra visión en épocas invernales, cuando las luces diurnas son mucho menores que en verano, afectando la visibilidad general. Por último, permiten  calcular mejor la distancia y velocidad de los automóviles que se aproximan en dirección contraria a la nuestra.

Desventajas: En primer lugar, se dice que aumentan el consumo de combustible y que se gastaría ligeramente  más en bombillas, algo insignificante si de vidas humanas hablamos.

Más allá de esta observación sin importancia, debemos tener en cuenta potenciales problemas que podrían causarnos al circular, como ser por ejemplo el deslumbramiento al vehículo que las reciba (siempre y cuando estemos hablando de luces con intensidad relativamente alta) y el camuflaje de un vehículo entre otros que lleven las luces encendidas también.

Por eso, más allá de la obligatoriedad legal, es importante a hacer buen uso de las luces de cruce abogando así  por nuestra propia seguridad a la hora de conducir.

 

Como ya hemos indicado en la entrega anterior, si la instalación y operación de los semáforos es la correcta, estos podrán aportar diversas ventajas. Un semáforo o un conjunto de ellos funcionando perfectamente nos otorgará los siguientes beneficios:

Ventajas

1)      Ordena la circulación del tránsito vehicular y peatonal y mediante una asignación apropiada, indica el derecho al uso de la intersección.

2)      Reduce la frecuencia de ciertos accidentes de tránsito perfectamente evitables si conductores y peatones cumplen las señales establecidas.

3)      Permiten la interrupción periódica de los volúmenes de tránsito intensivos de una arteria en particular, concediendo el paso ordenado de los vehículos.

4)      Con espaciamientos favorables es posible sincronizarlos para mantener una circulación constante, fluida y ordenada.

Desventajas

Sin embargo, un cálculo o instalación incorrecta de este importante señalizador, traerá aparejados una seguidilla de inconvenientes que es mejor tratar de evitar.

1)      Causan demoras injustificadas e innecesarias a cierto número de usuarios, especialmente en horas determinadas y en arterias de escaso volumen vehicular.

2)      Aumentan la frecuencia o gravedad de ciertos accidentes cuando su conservación y mantenimiento son deficientes.

3)      Asimismo, producen reacciones desfavorables en los usuarios.

Coordinación

Ahora centrémonos en los sistemas de coordinación de los semáforos a los que hicimos alusión en la entrega anterior.

Estos sistemas pueden, o no, estar sujetos a un control maestro. Por regla general, los semáforos de tiempo fijo (ya hemos explicado que son los más populares y se fijan asiduamente en un radio de 400 metros) que regulan las mismas condiciones de tráfico deben funcionar coordinadamente. Existen para este propósito, 4 sistemas básicos de coordinación:

1)      Sistema simultáneo: todos los señalizadores muestran la misma indicación aproximadamente  al mismo tiempo. Son especialmente útiles para aquellas intersecciones cercanas entre sí.

2)      Sistema alternado: los semáforos de intersecciones cercanas muestran indicaciones alternadas a lo largo de una ruta determinada.

3)      Sistema progresivo simple: se trata de varios semáforos sucesivos, a lo largo una calzada, que dan la indicación de luz verde permitiendo la llamada “onda verde”.

4)      Sistema progresivo flexible: con base en la variación de los volúmenes de tránsito y la selección velocidad adecuada para cada caso, es posible un movimiento continuo a lo largo una arteria.

 

Todos los peatones tienen prioridad de paso más allá de que esté haciendo mal uso de las vías de desplazamiento. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de accidente deben tener en cuenta cuáles son sus derechos y obligaciones a la hora de circular.

Derechos

En aquellos sitios en los que no exista regulación de tránsito o autoridad competente, más allá de que el peatón tenga siempre la prioridad de paso, se debe tener en cuenta el mirar con precaución hacia los costados antes de cruzar, cerciorándose en el momento de que no exista riesgo para él en el momento de realizar el cruce.

Al momento en que un vehículo se acerque a una zona o franja de seguridad (demarcada física o imaginariamente) el conductor del vehículo está legalmente obligado a reducir la velocidad y a detener su paso si el peatón así lo exige. Recordemos que todo peatón tiene preferencia de paso por sobre el vehículo circulante.

Legalmente, si iniciado el cruce reglamentario se produjera un cambio inesperado de la señal luminosa del semáforo, el peatón tiene derecho también, a continuar su marcha hasta completar el cruce, debiendo los conductores respetar este derecho.

Obligaciones

En primer lugar, está terminantemente prohibido para el peatón circular en carreteras o rutas. Sin embargo, cuando tenga la necesidad imperiosa de hacerlo debido a diferentes circunstancias, circulará por la vía izquierda de la acera, o sea, en sentido contrario al de la circulación de los vehículos.

En las ciudades y poblados, los peatones circularán siempre manteniendo su derecha y evitando el uso  innecesario de la calzada. En aquellos lugares donde no exista acera, circularán uno detrás de otro a través de la calle y nunca en grupos juntos. El cruce de la calzada lo hará siempre en forma perpendicular al eje de la misma y verificando previamente que no exista riesgo para su vida al momento del cruce.

En una próxima entrega seguiremos detallando las obligaciones del peatón a la hora de emprender un camino en la ciudad.

 

Hay ciertas precauciones que tanto peatones como conductores deben tener en cuenta al momento de emprender un viaje por las calzadas de un sitio para evitar así cualquier tipo de inconveniente o accidentes de baja o alta gravedad.

Zona de incertidumbre

Todos aquellos peatones o vehículos que circulan por las vías públicas están rodeados de un espacio o zona hacia donde tienen la posibilidad de  desplazarse de un modo imprevisto; esto es lo que se denomina “zona de incertidumbre”. Para esclarecer algo más el tema, veamos un ejemplo: En el momento en que un peatón se encuentra cruzando la acera, se encuentra rodeado, por delante y por detrás, de una zona de incertidumbre para el conductor de un vehículo que se acerca ya que el peatón en cuestión puede tener de un momento al otro, una reacción imprevista tanto hacia adelante como hacia atrás a la que debemos estar preparados para prevenir cualquier tipo de accidente.

También los vehículos poseen una “zona de incertidumbre” especialmente a escasa velocidad, ya que el conductor puede frenar abruptamente, de forma lateral o hacia adelante así como también cambiar de dirección sorpresivamente o ser víctima de la apertura inesperada de una puerta.

Zona de riesgo

En la parte anterior de los vehículos existe una zona que se considera altamente peligrosa denominada “zona de riesgo”: el sitio corresponde al espacio necesario para detener un vehículo a velocidad. La zona de riesgo aumenta al acelerar el rodado y disminuye al momento de descender la velocidad.

El acto de superponer la zona de riesgo de nuestro vehículo con la zona de incertidumbre del vehículo precedente o procedente resulta sumamente peligroso. Exactamente lo mismo se puede decir de aquellas maniobras de adelantamiento en las que las zonas de riesgo de ambos vehículos involucrados generan la aproximación peligrosa de las mismas. De ahí surge la alta necesidad de mantener siempre las “distancias de seguridad” cuando circulamos detrás de otros vehículos.

Es importante para nuestra seguridad y la de los demás, respetar y guardar las normas de tránsito para evitar así cualquier tipo de accidente.

 

 


Un Plan para concientizar a la sociedad en materia de  seguridad vial

En Honduras, ya se oficializó el Programa “Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020”.

La finalidad de este programa consiste en generar consciencia y cultura de respeto por la vida humana  haciendo hincapié en la prudencia a la hora de conducir y transitar por las  carreteras del país.

Este plan de seguridad vial será presentado como una política del Estado de Honduras y pretende involucrar distintos sectores de la sociedad  en la prevención de accidentes trágicos  en las distintas vías de acceso.

La Secretaria de Seguridad
está trabajando para capacitar a miles de alumnos de más de 700 escuelas a nivel nacional, además se han aprobado las leyes sobre pruebas de alcoholemia, uso del casco y del cinturón, revisión de unidades de transporte,  infracciones de tránsito, e incluso la emisión de una nueva licencia de conducir de manera tal de  establecer un mejor control en materia de seguridad vial.

Según las últimas estadísticas, la  mayor parte de los accidentes ocurre  en las carreteras del norte y de oriente, y ;por su parte en Tegucigalpa, la mayor incidencia de accidentes es en el bulevar Fuerzas Armadas.

El proyecto Decenio para la Seguridad Vial busca generar una cultura de concientización y respeto a la vida, buscando aumentar  la prudencia en el manejo de los vehículos.

Índices de accidentes viales en América

La  falta de prudencia en la conducción como el hecho de no usar casco, no utilizar cinturón de seguridad, al igual que factores como el consumo de estimulantes  sumados  al estado deplorable de algunas carreteras y la falta de respeto por el peatón, han ocasionado en América Latina la muerte de  140 mil personas en el último año.

En América  más de cinco millones de hombres y mujeres sufren traumatismos provocados por accidentes viales.

En Honduras se está trabajando multidisciplinarmente con instituciones del Estado, , organismos cooperantes internacionales y  empresas privadas con el fin de disminuir los índices de mortalidad por accidentes viales e incluso se ha firmado un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras con el objeto de instruir sobre este tema a los estudiantes.