El centro de enseñanza automovilística ‘Ruedas. Escuela de automovilismo‘ de Colombia, a través del C.A.C. Club Automovilístico El Caribe, ha comenzado ya a impartir las primeras clases de conducción con el simulador de manejo DRIVER TEST PRO.
Gracias a la iniciativa del C.AC. Club Automovilístico El Caribe, ya son varias las escuelas de formación automovilística de Colombia que imparten las primeras prácticas de manejo con el simulador DRIVER TEST PRO y otros simuladores de la compañía Arisoft y la presencia de un profesor que les ayuda en el desarrollo de los ejercicios.
DRIVER TEST PRO permite a los alumnos de las escuelas automovilísticas aprender de una manera rápida, sencilla y libre de riesgos. Además, les da la posibilidad de repetir los ejercicios tantas veces como lo deseen, algo que no tiene cabida en algunas situaciones de la práctica real debido a la presencia de otros autos en la calzada.
El simulador de manejo reproduce distintos recorridos en más de 20 ejercicios interactivos, que incluyen el conocimiento de los mandos, la puesta en marcha e incorporación al tráfico, rotondas, intersecciones o adelantamientos, entre otros.
Lamentablemente, existen una gran cantidad de autoescuelas que no se toman ciertas cuestiones demasiado enserio. ¿Acaso nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos en nuestras manos? Ponerse frente al volante no es cosa de niños, ni tampoco es un chiste, y nosotros tenemos la posibilidad de formar día a día mejores conductores. En virtud de esta enorme responsabilidad, tenemos que hacer lo mejor posible para que aquellos que salgan de nuestras autoescuelas hacia la calle, sean conductores correctos y prudentes.
La seguridad vial y nosotros
De alguna manera, las autoescuelas también son responsables de la calidad de seguridad vial que tenemos. En definitiva, muchos de los que andan en sus vehiculos por las calles, han pasado por nuestros pupitres y aprendido lo que nosotros mismos les hemos ofrecido ¿Logramos ver en donde se encuentra la gran responsabilidad?
Los profesores que pongamos ante los futuros conductores, tienen que ser educadores eficientes. Y por sobre todas las cosas, su principal objetivo debe ser enseñarle a las personas a conducir, y no a aprobar el examen para sacar la licencia.
Lo que se busca, es formar individuos que de forma responsable y con una gran habilidad adquirida, se colocen ante el volante y puedan circular como corresponde. Recuerden, nuestra primera prioridad es formar conductores eficientes. Así, estamos contribuyendo a la seguridad vial de una manera gigantesca.
Concientizar, siempre
Tratar de generar conciencia debería ser una de las pautas basicas en las autoescuelas. ¿Que mejor que nosotros para ofrecer la información necesaria de las precauciones a tener en cuenta a la hora de conducir?
Desde nuestro lugar, tenemos que aprovechar la posibilidad de poder enviar un mensaje. Generemos responsabilidad en los jovenes y grandes que asisten a nuestros cursos, no nos quedemos de brasos cruzados. Las autoescuelas también son parte del cambio, y podemos ayudar.
En las autoescuelas muchas veces nos tocan los tipicos alumnos rebeldes con los que no sabemos como tratar. En definitiva, debemos recordar que la mayoría de los que asisten a los cursos son jovenes de 17 años aproximadamente que quieren aprender a conducir para obtener su licencia.
¿Como lidiar con ellos?
En las autoescuelas, al igual que en cualquier otra institución educativa, a veces tenemos que enfrentarnos a este tipo de jovenes que pueden sacarle canas verdes a cualquier educador. De todas formas, tenemos la ventaja de que los cursos de autoescuela no suelen durar demasiado tiempo, por lo que no tendremos que soportarlo demasiado.
En definitiva, nos guste o no, debemos enseñarle. Por lo que sería bueno tener en cuenta algunas ideas para que esta convivencia sea al menos tolerable. Los jovenes rebeldes pueden ser una piedra en el zapato en algunos casos.
En principio, al comenzar una clase el educador debe poner los puntos sobre las íes. Establecer las pautas de conducta para lograr una buena convivencia es una gran opción, y puede que hasta sea efectivo avisar de las consecuencias que puede tener el hecho de no cumplir los reglamentos internos.
¿Que hacer?
Bueno, al tratarse de jovenes realmente no tenemos demasiadas herramientas. Una autoescuela, si bien es una institución educativa, no es ni una primaria ni una secundaria, por lo que los elementos disciplinarios son diferentes.
La mejor opción, es tratar de advertirle a la persona de las consecuencias de no obedecer o molestar durante los cursos. Como ultima instancia, se puede invitar al alumno a que se retire del aula y regrese cuando esté preparado para comportarse. Recordarle que sus padres han puesto dinero para que el aprenda, y que puede quedar expulsado sin reembolso también es una medida correctiva muy efectiva.
Nos pareció interesante hacer un pequeño analisis de los distintos examinadores de autoescuela con los que nos podemos topar. Siempre en la medida del humor, y sin ofender a nadie, podemos clasificarlos en varios grupos. Los examinadores de autoescuela son aquellos que nos toman el examen teorico para ver si hemos aprendido todo lo que deberíamos.
Examinadores de autoescuela
El exigente. Este profesor es aquel que no te deja pasar una, que se fija en cada detalle de la practica, por lo que en un minimo trayecto de un par de cuadras si nos equivocamos mucho acumularemos una gran cantidad de faltas. ¿Olvidaste poner el intermitente? Falta. ¿Recomendación? Deberían ser más flexibles, ya que tanto ellos como sus alumnos son humanos y pueden equivocarse. Además, deberían tener en cuenta el tipo de falta de la que se trate, algunas no son tan graves ni determinantes.
El predecible. Luego tenemos al tipico examinador predecible, el cual realiza los mismos trayectos en cada uno de sus examenes. ¿Que decir a su favor? Son extremadamente objetivos, por lo que no vas a recibir ninguna imparcialidad por parte de ellos.
El despistado. Estos examinadores no son de los mas responsables, y son aquellos a los que les gusta experimentar. En cada prueba, les gusta visitar lugares distintos y envian a sus alumnos a transitar caminos que nisiquiera ellos conocen. En algunas ocasiones, incluso pueden llegar a perderse.
El apurado. Y como en todas las profesiones, siempre hay alguno que quiere terminar rapido, por lo que va a indicarte que subas la velocidad en cada momento. Cuanto antes pueda concluir el examen, mejor para el. Te llevará por calles estrechas y de facil circulación.
Hoy en día, la tendencia en distintos tipos de autoescuelas es la de ofrecer cursos intensivos, con slogan publicitarios como «Obtén tu licencia de conducir en dos días!». Antes de integrar esto a nuestra institución deberiamos pensar ¿es correcto? ¿Acaso puede aprender uno a conducir en días con clases de treinta minutos?
¿Es conveniente?
En un primer momento, un alumno deseoso de obtener su licencia de conducir queda totalmente embelesado al recibir tal noticia de parte de las autoescuelas: «Obten tu licencia en días!». Lo cierto es que de parte de las instituciones mismas, debería haber un cierto analisis sobre la conveniencia de este sistema.
Puede que resulten utiles para aquellos ansiosos que quieren agarrar el coche rapido sin importar nada, pero no creemos que sea posible comprender e incorporar toda la teorica del mundo de la conducción en una semana, o menos.
En una semana, pocos conocimientos pueden ser impartidos de manera responsable. Las autoescuelas de ninguna manera deberían convertirse en academias de cursos rapidos, perderían totalmente la seriedad.
Además, no nos olvidemos de un detalle de los más importantes: estamos formando futuros conductores. Estas personas, estos jovenes que forman parte de nuestro alumnado, el día de mañana tendrán frente a sí un volante, y toda la responsabilidad que esto conlleva.
Por eso, lo mejor para conservar la seriedad y responsabilidad, sería tratar de evitar este tipo de cursillos rapidos donde se prometen el cielo y la tierra en siete días o menos. Esto no significa que se deban dar clases al estilo licenciatura, simplemente tomarlo como lo que és, una formación de futuros conductores al volante. Como ya hemos repetido en más de una ocasión, la prioridad en todo momento debe circular al rededor de la necesidad de formar buenos conductores, concientes y responsables, para contribuir de esta forma a la seguridad vial.