Tegucigalpa regulará a los “hombres de fuego”

La capital hondureña ve como, día tras día, los cruces de sus calles se llenan de jóvenes, conocidos como “hombres de fuego” que aprovechan la luz roja de los semáforos para realizar unas acrobacias ante los conductores con las que esperan ganarse unas monedas.

Como el escenario para sus representaciones suele ser la calle, muchas veces se interrumpe el tránsito, tanto de peatones como de vehículos. Eso sí, en contrapartida, los artistas callejeros suponen una ruptura con la rutina tediosa de circular cada día por Tegucigalpa.

Regular el espectáculo

El titular de la Dirección Nacional de Transito, Óscar Gómez Matamoros ha propugnado, según el diario “La Tribuna”, medidas para que, quienes ofrezcan su show en la calle dejen de hacerlo en sitios pensados para que los ocupen peatones o vehículos.

Eso sí, la operación buscaba regular, en lugar de prohibir, tal como resaltaba el responsable, “debemos revisar lo que legalmente corresponde, porque no vamos a coartarles determinada situación a los jóvenes”. Sin embargo, “así como está en riesgo la integridad física de ellos, también están en peligro lo conductores que cruzan por las diferentes vías en donde ellos (los ‘hombres de fuego’) están apostados”.

Respetuosos con el tráfico y el público

Gómez reconoce, además, que estos jóvenes no provocan mayores alteraciones en el tráfico ya que son muy respetuosos con él y, además, se aseguran de presentarse cuando los coches se han detenido por completo.

Por supuesto, algunos conductores temen por su integridad, más aun si quien ofrece el espectáculo lo hace apoyándose en elementos en llamas. El funcionario ha recordado, a tal respecto, que los coches actuales llevan el depósito muy protegido y que, si alguien lo tiene de forma ilegal, la institución no puede hacer nada.

Los peligros reales también existen

En cualquier caso, sí es precisa una regulación en los pasos destinados a peatones, donde éstos han de tener preferencia, algo que se ve dificultado por las evoluciones de determinados jóvenes. Además, y aunque esto no sea responsabilidad de los artistas, algún otro “artista” podía aprovechar que el viandante se quede absorto en el show y hurtarle la cartera.