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2011 28 Ago

Conducir un vehículo por zonas de montaña difiere considerablemente de hacerlo por llanuras o zonas urbanas, por ello conviene tener en cuenta algunas especificaciones para hacer que nuestro viaje se desarrolle de la manera más segura y tranquila posible.

Los primero que debemos tener en cuenta cuando nos adentremos en zonas montañosas es la topografía, dado que en estas áreas es común la aparición brusca de curvas cerradas, pendientes de subida o bajada muy propnunciadas, u otro tipo de accidentes geográficos. Al adentrarse en un viaje de montaña convien también tener en cuenta la existencia de microclimas que pueden hacer que las condiciones varíen en tan solo unos pocos kilómetros. 

Informarse del clima

Por tanto, conviene no confiarse nunca, mantenerse informado de las condiciones climáticas en la región que se va a atravesar y estar pendientes del flujo de tránsito, ya que no es lo mismo manejar por una carretera usada por camiones que una que solo utilizan vehículos ligeros. Es preciso recordar que la nieve y el hielo reducen considerablemente la adherencia de los neumáticos.

Un consejo fundamental es controlar la velocidad, llevando siemrpe un ritmo moderado. Si no podemos ver qué sigue tras una curva, conviene reducir la velocidad drásticamente hasta volver a tener un campo amplio de visión.

Revisión de frenos

Antes de adentrarse en rutas de montaña conviene revisar y hacer mantenimiento al vehículo, y especialmente, a los frenos.  En las bajadas es muy importante controlar los frenos, ya que, contrario a lo que se piensa, no por soltar el pie del freno de vez en cuendo, se enfrían estos.  Por ello es muy importante llevar una velocidad muy reducida y frenar con motor, mediante marchas cortas, de manera que haya que pisar el freno lo menos posible.

En subidas muy pronunciadas conviene también utilizar también marchas cortas, que permiten un mejor control del vehículo.  Y, por supuesto, una de las formas de evitar accidentes es no realizar maniobras en carreteras que no tengan completa visivilidad, ni adelantar a vehículos que circulan más lentos si no se tiene una completa visibilidad del camino.

Si seguimos estas sencillas recomendaciones, nuetro viaje por la montaña será mucho más seguro y fácil.

 

2011 9 Ago

Saber conducir correctamente no consiste solamente en subirse a un automóvil y conocer los cambios de marcha y los pedales, tampoco consiste en soltar sutilmente el embrague al salir y mantenerse dentro de la ruta. Conducir no es solo eso: consiste en algo mucho más complejo que se logra con conocimientos teóricos, pero principalmente con la puesta en práctica de dichos conocimientos.

Pasos previos

En primer lugar, lo que el conductor debe realizar antes de encarar el manejo en sí es comprobar los siguientes factores: debe sentirse cómodo en el habitáculo de manejo, su cuerpo tiene que estar a la distancia apropiada del volante (al tomar el volante, los brazos deben quedar ligeramente semiflexionados), debe poder  llegar, además, correctamente a los mandos inferiores (freno, acelerador) y por último, se recomienda acomodar los espejos del automóvil para tener una visión óptima del plano trasero. Obviamente, no debe olvidar de ajustarse el cinturón de seguridad.

Práctica constante

La práctica de conducción logra dominarse definitivamente con la práctica asidua. Manejar un automóvil a diario no solo consiste en leer bibliografía del tema; se requiere intensa práctica y sobre todo, mucha paciencia ya que los errores y las distracciones son muy comunes todo el tiempo. Recuerda que la práctica ha de ser gradual; no puedes pretende ser un gran conductor a la semana de haber empezado: comienza con procedimientos simples y a medida que los realices correctamente, podrás seguir con maniobras más complicadas. Tampoco temas asustarte: la ansiedad y el nerviosismo son muy habituales en estas etapas incipientes.

Asimismo, al momento de salir a la calle, debes recordar que no estás en un circuito cerrado (típicos para la práctica de manejo) sino en un lugar público donde además de ti hay muchos otros; por lo tanto, siempre es importante observar con mucha atención de qué forma actúa el resto para actuar en consecuencia.

2011 8 Ago

La acción de adelantarse consiste en sobrepasar a otro vehículo que circula en el mismo sentido que nosotros pero a una velocidad inferior. Estos adelantamientos pueden realizarse utilizando carriles con sentido contrario al nuestro, aunque también existen vías en las que hay habilitado un carril exclusivo  para tal fin.

Maniobra peligrosa

La maniobra de adelantamiento es una de las más peligrosas, por lo que al realizarla, se deben tomar las medidas de seguridad correspondientes.

Al momento de llevarla a cabo debe hacerse con debida rapidez, delicadamente y sin brusquedad; teniéndose en cuenta la  aceleración en particular. En bueno recordar siempre, tener en cuenta cuestiones de visibilidad y permisos de velocidad pertinentes.

A este efecto, es bueno mantener siempre las distancias adecuadas respecto del vehículo que pretende adelantarse; ni muy cerca: ya que un frenazo brusco podría originar una colisión por la parte trasera,  ni muy lejos ya este tipo de maniobra requeriría más tiempo del necesario.

Es importante, además, observar siempre los límites genéricos de la vía por la que se está circulando. De esta forma evitaremos incurrir en alguna infracción.

En este caso, es necesario tener en cuenta no solo nuestra propia velocidad sino también aquella del vehículo que pretende sobrepasarse.

En el caso en que las vías sean de doble sentido observaremos, además, si existe la posibilidad de algún encuentro inminente con probables vehículos circulando en mano contraria.

Cuidados pertinentes

Al instante en que decidimos realizar la maniobra debemos observar nuestro entorno en su totalidad; con la ayuda de los espejos retrovisores y teniendo la seguridad de poder realizarla  sin inconveniente alguno.

Una vez que ya hemos rebasado al vehículo que nos antecedía,  debemos regresar rápidamente a nuestra posición inicial, pero antes deberemos de comprobar que se puede con total  seguridad y verificando fehacientemente que existe espacio suficiente respecto del vehículo adelantado.

 

2011 8 Ago

En la presente entrega seguiremos profundizando en claves y cuidados a la hora de realizar una maniobra de adelantamiento, con respecto a un vehículo precedente.

Más precauciones

Al momento de realizar efectivamente la maniobra deberemos tener en cuenta que los vehículos circundantes la facilitarán; no aumentándola innecesariamente, o disminuyéndola en caso de que la situación presente algún tipo de riesgo; o, en su defecto, realizando un debido desplazamiento lateral en el que se ocupe para ello la calzada.

Para realizar un adelantamiento libre de riesgos es bueno siempre cumplir con las siguientes normas:

a)      Debe efectuarse por la izquierda del vehículo que quiere rebasarse.

b)      Sólo podrá adelantarse por el lado derecho con las máximas precauciones posibles en los siguientes casos:

1)      En el supuesto caso de que el vehículo al que queremos pasar nos indique que quiere cambiar su dirección hacia el lado izquierdo o desea parar a ese lado de la calzada.

2)      Cuando quiere sobrepasarse trenes que circulan por la calzada central, siempre que estemos en una vía con ambos sentidos de circulación habilitados.

Las causas de los accidentes

Dentro de las maniobras de conducción, los adelantamientos son una de las mayores causas de  accidentes de tránsito y suelen ser muy peligrosos si no se efectúan de manera correcta.

Es particularmente peligrosa porque incrementa las posibilidades de sufrir un choque frontal si se intenta en una vía de dos carriles. Esto se debe a que para efectuar el adelantamiento debemos invadir el carril de los vehículos que se desplazan en sentido contrario al nuestro. De todos los accidentes, los frontales son los más peligrosos.

Las razones por las que puede darse un accidente son muchas: el conductor calcula mal la distancia del vehículo delantero o la rodado proveniente del carril contrario, intenta rebasar en curvas, puentes o simplemente,  por el lado incorrecto. Es importante recordar que las condiciones climáticas son también factores a tener en cuenta.

Más precauciones

Al momento de realizar efectivamente la maniobra deberemos tener en cuenta que los vehículos circundantes la facilitarán; no aumentándola innecesariamente, o disminuyéndola en caso de que la situación presente algún tipo de riesgo; o, en su defecto, realizando un debido desplazamiento lateral en el que se ocupe para ello la calzada.

Para realizar un adelantamiento libre de riesgos es bueno siempre cumplir con las siguientes normas:

a)      Debe efectuarse por la izquierda del vehículo que quiere rebasarse.

b)      Sólo podrá adelantarse por el lado derecho con las máximas precauciones posibles en los siguientes casos:

1)      En el supuesto caso de que el vehículo al que queremos pasar nos indique que quiere cambiar su dirección hacia el lado izquierdo o desea parar a ese lado de la calzada.

2)      Cuando quiere sobrepasarse trenes que circulan por la calzada central, siempre que estemos en una vía con ambos sentidos de circulación habilitados.

Las causas de los accidentes

Dentro de las maniobras de conducción, los adelantamientos son una de las mayores causas de  accidentes de tránsito y suelen ser muy peligrosos si no se efectúan de manera correcta.

Es particularmente peligrosa porque incrementa las posibilidades de sufrir un choque frontal si se intenta en una vía de dos carriles. Esto se debe a que para efectuar el adelantamiento debemos invadir el carril de los vehículos que se desplazan en sentido contrario al nuestro. De todos los accidentes, los frontales son los más peligrosos.

Las razones por las que puede darse un accidente son muchas: el conductor calcula mal la distancia del vehículo delantero o la rodado proveniente del carril contrario, intenta rebasar en curvas, puentes o simplemente,  por el lado incorrecto. Es importante recordar que las condiciones climáticas son también factores a tener en cuenta.

 

2011 5 Ago

Las  luces de corto alcance, también conocidas como luces de cruce, son aquellas que se utilizan durante la noche para iluminar el camino a una distancia de aproximadamente 40 metros por delante. Asimismo, se emplean en pasos interiores donde no llega la luz, aparcamientos y túneles. Ayudan, de esta forma a visualizar mejor el tráfico sin encandilar a quienes circulan en sentido contrario.

Obligatoriedad legal

En muchos países de América Latina ya son de uso obligatorio durante el día en sitios especiales como carreteras o autovías. La razón de esta medida radica particularmente  en que estadísticas mundiales indican que la utilización de las luces de cruce podría reducir en un 5% la cantidad de accidentes de tránsito a nivel continental.

Ventajas y desventajas

Mediante su uso podremos verificar algunos pros y contras.

Ventajas: Permiten vislumbrar vehículos a grandes distancias con mayor facilidad, sobre todo en circunstancias climáticas adversas como ser la neblina o la lluvia y además, ayudan a visualizar ciclistas y motoristas de manera bastante clara.

Asimismo, es bueno  recordar siempre que su uso beneficia nuestra visión en épocas invernales, cuando las luces diurnas son mucho menores que en verano, afectando la visibilidad general. Por último, permiten  calcular mejor la distancia y velocidad de los automóviles que se aproximan en dirección contraria a la nuestra.

Desventajas: En primer lugar, se dice que aumentan el consumo de combustible y que se gastaría ligeramente  más en bombillas, algo insignificante si de vidas humanas hablamos.

Más allá de esta observación sin importancia, debemos tener en cuenta potenciales problemas que podrían causarnos al circular, como ser por ejemplo el deslumbramiento al vehículo que las reciba (siempre y cuando estemos hablando de luces con intensidad relativamente alta) y el camuflaje de un vehículo entre otros que lleven las luces encendidas también.

Por eso, más allá de la obligatoriedad legal, es importante a hacer buen uso de las luces de cruce abogando así  por nuestra propia seguridad a la hora de conducir.

 

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