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2011 27 Ago

La Dirección Nacional de Tránsito (DNT) de Honduras anunció los primeros resultados de la campaña de educación vial que se está llevando a cabo en todo el país, tras señalar que son más de 100 000 niños los que han sido capcitados en cuestiones relativas a la ley de Tránsito en diferentes escuelas y colegios.

Diez instructores recorren las escuelas de todo el país para instruir a los futuros conductores, con el objetivo de crear conciencia y lograr reducir el alto número de accidentes que se producen diarimente a nivel nacional, la mayoría por casuas relacionadas con falta de respeto a las señales de tránsito o imprudencias de los conductores, según las autoridades de la DNT. Cada día se producen en Honduras de 30 a 50 colisiones a nivel nacional, de las cuales alrededor de 25 ocurren en la capital, Tegucigalpa, según los datos de la DNT.

Distintos cursos para distintas edades

Esta campaña inicia la capacitación con los niños más pequeños, de primer a tercer grados, a través de dibujos y otros materiales didácticos. A los niños de tercero a sexto grado se les enseñan aspectos relacionados con el desarrollo y la responsabilidad de los conductores, y por último a los alumnos de secundaria, quienes son los más cercanos a poder manejar un automóvil, se les capacita en señales, uso del cinturón de seguridad, respeto a peatones y otros aspectos sencillos de la normativa.

En Honduras, los conductores deben recibir uno curso que tienen una duración de ocho horas, para después pasar un examen teórico y toro práctico y poder obtener la licencia si se aprueba la capacitación.

También a conductores de transporte público

La campaña para prevenir accidentes en Honduras incluye también una capacitación para conductores del transporte público, a quienes se les imparten cursos sobre primeros auxilios y mantenimiento preventivo de los vehículos. Porteriormente se les realiza un test psicológico y un examen de habilidades para comprobar que no han perdido habilidades para la conducción. Una vez  superadas las pruebas, los conductores reciben un certificado que les acredita como aptos apra manejar este tipo de vehículos.

Cristina Bonillo

2011 20 Ago

Parece ser una interrogante bastante difícil de resolver: cuál es la mejor edad para aprender a conducir, ¿cuando uno es más joven, a edad más madura o la tercera edad?

Analizaremos el caso de un aspirante a conductor que debe aprender a conducir y sacar su primer permiso a una edad de 30 años.

Ya no es un jovencito sin experiencia y tampoco es un adulto camino a la jubilación cercana, simplemente está a medio camino de su vida laboral útil.

Supongamos que durante varios años no necesitó el permiso para conducir y tanto para su trabajo como para su tiempo libre utiliza el transporte público en todo momento.

Sin embargo, a esta altura de la vida de nuestro aspirante, las circunstancias lo han llevado a la necesidad de aprender a conducir vehículos, puede ser que las distancias entre su domicilio y su trabajo hayan variado, que los horarios no coincidan, que deba cambiar de trabajo, en fin, posibilidades hay un montón.

Características de un aprendiz maduro

Algo muy común que se piensa en estos casos es que el nuevo conductor tendrá mucha tensión en sus primeras incursiones almando de un vehículo y lo real es que es así, pero debido a que ya no se trata de un joven inexperiente, tiene la posibilidad de transformar esa tensión en una actitud alerta.

La experiencia de vida le permite a este tipo de principiantes reaccionar ante los mismos estímulos de manera bien diferente y transformar una salida negativa en una positiva.

Incluso en carretera se siente la diferencia, ya que al carecer de experiencia uno se concentra más en los detalles del camino y no de la velocidad o de los adelantamientos, algo muy común en los jóvenes conductores cuya prisa parece ser mucho mayor.

De pronto la experiencia de haber tenido otro rol en el mismo tránsito nos indica que nuestra conducta se debe orientar hacia la disminución de las situaciones de peligro y de incomodidad.

Hemos tenido tiempo para andar apurado y ahora se nos presenta la oportunidad de no preocuparnos demasiado por el tiempo sino por otros aspectos de la conducción, como por ejemplo la comodidad, la evitación de los grandes centros de las ciudades, las circunvalaciones a las horas pico del tránsito o los pocos lugares para estacionarse en un centro comercial.

Está muy claro, no hay una edad ideal para aprender a conducir, pero la madurez ayuda mucho a no complicarse innecesariamente.

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2011 20 Ago

Cuando leemos algún material sobre automóviles o pruebas de manejo nos podemos encontrar que se mencionan los conceptos de sobreviraje y subviraje y a veces no todos logramos identificar claramente lo que significan cada uno de ellos.

Definiciones

El subviraje es el fenómeno por el cual la parte de adelante de nuestro automóvil pierde adherencia y tiende a salirse hacia el exterior cuando tomamos una curva.

Es un fenómeno muy común en los automóviles con tracción delantera y responde a fenómenos físicos como el reparto de pesos entre ambos ejes y las inercias por las transferencias de masas en los momentos de tomar las curvas.

Se produce este fenómeno cuando tomamos una curva de la carretera con excesiva velocidad, cuando perdemos motricidad o agarre en un piso deslizable o cuando intentamos frenar e medio de la curva bloqueando nuestras ruedas delanteras.

La dirección o volante de nuestro vehículo se aligera cuando estamos en el subviraje.

Por el contrario, el sobreviraje se produce cuando tenemos más agarre en el tren delantero que en el trasero y sentimos como nuestro automóvil se agarra a la curva en forma excesiva.Esto sucede muchas veces en los automóviles equipados con tracción trasera.

No hay que asustarse

Debemos conocer muy bien las reacciones de nuestro vehículo antes de experimentarlas, ya que no es agradable sentir que nos estamos yendo de la curva o que nos estamos agarrando demasiado al pavimento mientras rodamos.

El entrenamiento teórico y práctico de estos dos fenómenos nos puede prevenir del susto y la impresión que podemos vivir en situaciones totalmente reales y comunes que no entrañan gran peligro si sabemos como sobrellevarlas.

Los sobrevirajes se pueden producir cuando desaceleramos nuestro vehículo mismo en una curva, debido a que nuestro tren delantero gana en adherencia mientras que las ruedas traseras la pierden o bien cuando frenamos antes de llegar a la curva y el piso de un lado de la carretera tiene más adherencia que del otro, desestabilizado nuestra marcha.

Este fenómeno es muy común en los rallys sobre tierra u otras superficies deslizantes, vemos como los pilotos hacen que el coche sobrevire antes de llegar a la curva y mientras giran el volante en sentido contrario entran y salen de la curva a toda velocidad.Es un efecto bastante interesante en las carreras de turismo carretero, pero que no recomendamos en absoluto para el tránsito en ciudades o autopistas nacionales.

2011 17 Ago

Una de las principales características del transporte profesional de primera calidad es la seguridad, lo que justifica que gran parte de la formación del conductor profesional deba dirigirse hacia la prevención de accidentes.

El objetivo no es solamente minimizar los costos directos de un eventual siniestro, sino también trabajar sobre los impactos dentro de la organización, en la sociedad y en la imagen de la empresa.

La definición de accidente sería el resultado final de un proceso donde coinciden diversos eventos, condiciones y conductas. Pueden confluir el estado del vehículo, de la red vial, la normativa, la señalización, la gestión de seguridad, la supervisión y el comportamiento del conductor, junto con sus capacidades psicofísicas.

Como sabemos, en general un accidente no se produce debido a alguno de estos factores tomado en forma aislada, sino que es por la compleja conjunción de varios de ellos.

Cualquier combinación equivocada de estos factores puede desembocar en una situación catalogada de riesgo.

Ajustando un poco los conceptos

Podemos hacer una distinción entre incidente y accidente, tomando el primer concepto como previo y posible desencadenante del segundo, es decir cuando hay un incidente en el tránsito, es probable que a partir de él se produzca un accidente.

El incidente es sin lugar a dudas una situación de riesgo, luego de la cual se puede o no desarrollar un accidente.Nuestra acción educativa podría perfectamente dirigirse a trabajar evitando los incidentes de tráfico.Por ejemplo, algunas veces observamos giros riesgosos de vehículos, producto de la fatiga del conductor, del estrés, del apuro o negligencia. Sin embargo estos giros no siempre desembocan en un accidente de tránsito.

Si estamos hablando de conductores profesionales podemos trabajar estos aspectos en forma preventiva, previamente a que estos factores perjudiciales para los conductores se desarrollen.

Podemos trabajar también sobre la extensión de la confianza más allá del límite realmente confiable de cada conductor, momento en que en lugar de constituirse en una cualidad se vuelve un verdadero riesgo.Es posible que incluso pase un tiempo y los incidentes no se vuelvan accidentes y las conductas peligrosas se vuelvan normales, esto es debido a que los individuos no valoramos adecuadamente los verdaderos riesgos que estamos corriendo y los vemos a la luz de nuestra propia experiencia particular.

En una labor social desarrollada por academias especializadas se puede trabajar este tema a partir de compartir con los alumnos decenas de experiencias, mostrando un panorama muchísimo más amplio y completo que el que podamos abarcar individualmente.

Debemos formar conductores que se manejen dentro de los límites de seguridad impuestos por la normativa vigente, el correcto uso de los vehículos y el sentido común para tomar buenas decisiones cuando sea necesario.

Aún en el posible error, el conductor profesional debe incorporar en su conducta la idea de protección de los actores más vulnerables que se puedan encontrar en una situación de riesgo, y esa es una labor impostergable para el sistema educativo vial.

2011 15 Ago

En algunas universidades catalanas pronto será posible tomar cursos para aprender Seguridad Vial y esto le permitirá al alumno obtener créditos de libre elección para sus carreras.

El programa universitario de Conducción Segura y Seguridad Vial impulsado por UPC, la UB y la UAB está siendo apoyado por el Servicio Catalán de Tránsito.

Además algunas compañías aseguradoras van a reconocer específicamente estos cursos y ofrecerán descuentos y condiciones ventajosas para contratar seguros a quienes obtengan estos créditos.

El curso diferencia las opciones de turismo y de moto

La parte teórica está diseñada para seguirla por Internet y la práctica consta de 15 horas presenciales en el circuito que está instalado en Castellolí.

Cualquiera de los estudiantes de las universidades mencionadas podrá acceder a esta formación con el único requisito de posesión del permiso B para conducir con seis meses de antigüedad.

Una iniciativa en el sentido correcto

Esta iniciativa constituye el primer paso para considerar la Educación Vial como una materia más en el entramado de la formación de los ciudadanos.

Cuando hablamos de formación en Educación Vial y vemos programas concretos y acciones en ese sentido, nos damos cuenta del impacto que éstas pueden tener en la sociedad.

Sería deseable que simultáneamente a estas experiencias a nivel terciario de la formación no se retiren o disminuyeran las horas que se dedican a nivel escolar a este tema tan importante, ya que a tempranas edades hay campo muy fértil para sembrar las semillas que produzcan la seguridad vial del futuro.

Es muy importante que a cada nivel donde se pueda hacer, se trabajen junto al alumnado conceptos como transporte privado y público, medios de protección, disposiciones de tránsito, elementos de circulación vial y primeros auxilios en caso de accidentes.

Estos elementos, así como valores y actitudes como la autoestima, el respeto mutuo, la responsabilidad individual y colectiva, el cumplimiento de las normas y la valoración de la integridad, de la salud, de la vida personal y social, van a ir cimentando los cambios que son necesarios para re-educarnos en el sentido correcto y poder enfrentarnos adecuadamente a los problemas del tránsito.