El crecimiento desmedido del parque vehicular en las grandes ciudades costarricenses y las necesidades de transporte, para mover a las personas a través de la ciudad y de lugares foráneos hacia los sitios urbanos han favorecido el desarrollo y el aumento de los transportes individuales, como son las motocicletas y bicicletas que permiten a las personas circular rápidamente a través de las calles y en medio de avenidas saturadas de automóviles a pesar de los peligros que ello implica.
El gobierno de Costa Rica ha analizado la situación así como las normas de seguridad vial, reglas y simbología de tránsito que deben de aplicarse a este tipo de transportes, elementos que son necesarios para la autoprotección de los motociclistas y ciclistas, y para la prevención de accidentes viales que involucra a terceros.
Utilidad de la Ciclovía
La creación de un espacio físico para la circulación de este tipo de transporte como la Ciclovía en Cartago Costa Rica es una gran ventaja para las autoridades de tránsito, los conductores y peatones. Todos los ciclistas dispondrán de un espacio propio para conducir y estarán sujetos a derechos y obligaciones que no podrán soslayar y deberán mantenerse dentro de límites bien establecidos para todas las partes involucradas en ello, esto permite estimar que la incidencia de accidentes en este espacio será mínima o por lo menos es lo que se espera.
La ciclovía fue construida a través del Programa de Ordenamiento Territorial de la Gran Área Metropolitana, en la ruta que recorre los puntos más usuales de la ciudad, aprovechando que Cartago es una de las ciudades que se caracteriza porque los habitantes utilizan la bicicleta para trasladarse continuamente en todas sus actividades cotidianas. La construcción de la ciclovía se incorpora como infraestructura vial y forma parte del programa “Decenio de Acción para la Seguridad Vial” plan creado por la Organización de la Naciones Unidas.

En Costa Rica la aplicación de los programas de seguridad vial y reglamentos de tránsito, no han logrado reducir los accidentes de tránsito en las grandes ciudades; por ello el gobierno costarricense ha considerado modificar el esquema de acción y empezar por impartir educación vial a los grupos más vulnerables incitándolos a adquirir consciencia del riesgo de sufrir accidentes e incluso perder la vida cuando circulan por las calles, avenidas y vías sin considerar las normas básicas de seguridad vial.
En las calles y avenidas de la Ciudad de México, diariamente circulan tres millones de automóviles, motociclistas, ciclistas, metrobus, tren ligero y microbús, por lo tanto, las estrategias de Seguridad Vial más que necesarias, son urgentes en estas condiciones de contingencia automovilística a la que se encuentran sometidos física y mentalmente todos los conductores.
Las normas de Seguridad Vial y los Reglamentos de Tránsito de Paraguay, actualmente, se han modificado para poder aplicarse a los vehículos que se utilizan como medio de transporte y que anteriormente sólo eran un equipo vacacional y de fin de semana, como las bicicletas y motocicletas.

