Los alumnos son un elemento fundamental dentro de cualquier autoescuela. Sin ellos, evidentemente la institución no existiría. Por este motivo es que uno de los pilares fundamentales de cualquier autoescuela debe ser el trato adecuado hacia los alumnos y el buen uso de la pedagogía, para generar no solo la comodidad del individuo sino garantizar el aprendizaje eficiente.
Malas experiencias, traumas de por vida
¿Acaso nunca han oido a alguna persona contar su nefasta experiencia con aquel profesor de la autoescuela en su adolescencia? Los profesores no siempre son lo que esperamos, y muchas veces no están preparados para enseñarnos por lo que el aprendizaje puede tornarse intolerable.
En una autoescuela debemos procurar garantizarle al alumno un metodo de aprendizaje eficiente, utilizando todos los metodos pedagogicos que estén a nuestro alcance para que la experiencia ante el volante sea siempre grata, y no por el contrario. Muchos incluso llegan a desarrollar fobias en base a malos recuerdos en su etapa de aprendizaje vial.
La dedicación y comprensión como pilares
Para ser profesores en cualquier ambito de la educación, necesitamos contar con paciencia. Recordemos siempre que aquel que está ante nosotros no es más que un aprendiz, y tiene todo el derecho a equivocarse. Lo peor que puede hacer un profesor es despreciar a un alumno o hacerlo sentir que no es lo suficientemente bueno.
En una autoescuela tenemos que enseñarle al alumno de la mejor manera, haciendole entender que errar es humano y que puede equivocarse las veces que quiera mientras que la experiencia le resulte productiva y pueda sacar algo de ella. Las presiones y los malos tratos, además de las exigencias exageradas, pueden resultar mal. Un buen profesor debe procurar hacer sentir al alumno comodo y con ganas de aprender, para luego poder ponerse al volante de forma libre y responsable.
La seguridad es para los seres humanos una necesidad básica, sobre todo cuando se trata del transporte. Las estadísticas muestran que en Latinoamérica los accidentes de tránsito causan más muertes que un temible accidente de avión. Los conductores suelen cometer errores y realizar maniobras imprudentes con las que se ponen a ellos mismos en peligro, a sus acompañantes, a otros conductores y a los peatones.
Además del conductor, es necesario tomar en consideración que la seguridad vial incluye el funcionamiento correcto del automóvil en sí. Estos 2 factores influyen en la seguridad vial y a través de ellos se podrían prevenir cientos de muertos y lesionados.
Las autoescuelas también tienen responsabilidad en el proceso de formación de conductores hábiles y prudentes. Podrían contribuir a la prevención de accidentes con los siguientes entrenamientos
Entrenamientos para la prevención de accidentes
Estas son algunos de los entrenamientos que las autoescuelas deben proporcionar a sus alumnos para que puedan conducir con seguridad y prevenir accidentes.
- El entrenamiento de alerta, que le enseñe al conductor a mantenerse en estado de alerta, le permita anticipar situaciones de peligro y tomar una decisión con anticipación que pueda evitar riesgos.
- Enseñar técnicas de anticipación de sucesos lamentables como frenazos inesperados. Por ejemplo, en los momentos de búsqueda de parqueo es posible encontrar conductores que quieran usando agresividad en su conducción ocupar el lugar que habías elegido.
- Maniobras necesarias para actuar en carreteras mojadas que provocan patinazos
- Revisar el estado técnico del vehículo automotor.
- Evitar todas las posibilidades de distracción durante la conducción.

Una autoescuela siempre es una escuela
El uso del término escuela lleva implícito significados que conllevan una alta responsabilidad, porque son espacios que tienen como objetivo fundamental la formación de sus alumnos. Los profesores someten a los estudiantes a un proceso de aprendizaje en el que adquieren conocimientos esenciales.
El objetivo fundamental de toda escuela es la de trasmitir conocimientos. Las autoescuelas no son una excepción, pues tienen la responsabilidad de formar conductores que conozcan y obedezcan las leyes de tránsito, además de conducir con seguridad y prevenir accidentes viales. Los conductores bien preparados, hábiles, respetuosos de las leyes de tránsito y de protección del automóvil son formados por las mejores autoescuelas. Pues, como dice el dicho, “Por sus frutos los conoceréis”.
Una autoescuela ideal debe dirigir su enseñanza teniendo en cuenta:
- La edad de los estudiantes. Crear aulas de aprendizaje según los grupos etarios. No es la misma información y forma de comunicarla a un adolescente que para adultos.
- Los profesores deben tener experiencia, facilidad en la comunicación y un record de multas o violaciones a las leyes viales y de tránsito impecable.
- El tipo de vehículo que piensa conducir. Aquí hablamos de vehículos de transporte masivo, camiones, automóviles, motocicletas…
- En las clases teóricas hay que ser exhaustivo en la explicación de las señalizaciones de tránsito, los derechos y deberes del conductor y de los peatones.
- En las clases prácticas debe sentirse cómodo y relajado el aprendiz, esto le permitirá estar más alerta y responsable ante las situaciones que surjan.
- Incluir curso de conducción defensiva. Algunas autoescuelas incorporan esta práctica como herramienta para la protección de conductores en cuanto a la forma de conducir en grandes carreteras, en las ciudades, entre otras necesidades.

El automóvil y las autoescuelas, una pareja indisoluble
La historia de las autoescuelas es relativamente reciente, teniendo en cuenta que el automóvil tiene una historia comercial que aun no alcanza los 100 años (como precedente la producción en serie de la empresa Ford en la década del veinte del siglo pasado).
Paralelamente al surgimiento del automóvil fueron sucediéndose transformaciones importantes en las ciudades y pueblos de gran parte del mundo occidental. Se pasó del empedrado de las calles a la pavimentación. Fueron creándose trazados en las avenidas, señales de advertencia, de sentido de dirección para el conductor, de obligatoriedad al parar.
El semáforo para automóviles, casi como lo conocemos de tres luces, se ubicó por primera vez en 1914 en Cleveland en los Estados Unidos. La versión del semáforo para los peatones llegó años después y desde el inicio con el usual hombrecito en rojo o en verde.
La evolución tecnológica empleada y aplicada en los vehículos concurren en la prevención de accidentes por lo tanto forman parte de la seguridad vial, de las leyes de tránsito.
Autoescuelas necesarias ante la alta demanda de automóviles.
Las autoescuelas se sumaron a esta lista de factores que incidieron en la creación de un sistema global de signos y símbolos que pueden ser reconocidos por todos en cualquier lugar del planeta.
Las autoescuelas surgen como consecuencia de las nuevas facilidades para comprar un automóvil. La producción en serie de muchas marcas de vehículos permitió poco a poco el abaratamiento de estos. En pocos años la clase media pudo comprar automóviles, sobre todo en países industrializados se hizo muy fácil y relativamente económico comprar o alquilar uno. Muchos querían aprender a conducir, los más jóvenes tanto como las personas mayores también tuvieron acceso y necesidad de aprender a conducir.
Lógicamente las autoescuelas no solo enseñan a conducir el automóvil, también deben emplear tiempo y recursos para educar a los estudiantes información sobre
- La cultura vial
- Leyes de tránsito
- Prevención de accidentes
- Derechos y obligaciones del conductor y sus responsabilidades ante un volante
Además de esto, las autoescuelas enseñan el funcionamiento básico de su vehículo y sus sistemas de protección.
Ultimamente mucho se habla de la responsabilidad de las autoescuelas en la forma de manejar de las personas. Pero ¿hasta donde las autoescuelas son responsables de los actos de los conductores que asisten? En definitiva, simplemente están encargados de impartir el conocimiento y la practica, y lo que viene después corre por cuenta de cada uno.
El debate también se centra en si se debería poner la prioridad en la practica o en la teoría. Cada una de las autoescuelas que existen en el mundo emplean sus propias tecnicas y tienen sus propias herramientas y material de estudio. No hay mejores ni peores, simplemente distintas formas de enseñar.
Combinando metodos
Lo mejor, si quisieramos ser objetivos, sería tratar de lograr un equilibrio entre la teoría y la practica. Obtener los conocimientos pero no saber como llevarlos a la realidad puede resultar no solo peligroso, sino altamente frustrante para cualquiera.
Por eso, las autoescuelas deberían poder lograr el balance entre ambas. El material teorico debería ser completo, con todo lo que tenemos que saber a la hora de conducir. De ser posible, lo mejor sería lograr una lectura didactica y entretenida para generar más interés.
A la hora de llevar a la practica, esto corre por cuenta de cada una de las autoescuelas y sus distintos metodos. Podemos o bien enseñar todo el contenido teorico, y luego ir a la practica, o por el otro lado ir practicando en cada una de las unidades teoricas. Esto dependerá del lugar y el sistema de enseñanza. Pero esta parte es verdaderamente importante.
Si un conductor aprendiz no logra llevar a la practica la teoría de la conducción, es probable que no esté preparado para obtener su licencia. No nos olvidemos que en las calles la teoría de poco sirve si no podemos aplicar verdaderamente lo que hemos obtenido en las autoescuelas.