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Uno de los más grandes desafíos para cualquier persona es atender los llamados de urgencia. Una evaluación inmediata del paciente es primordial para determinar su estado y aplicar las medidas de reanimación o cualquier otra que sea necesaria para facilitar su supervivencia. Las tres prioridades en un accidente con víctimas es evaluar la escena, posteriormente vendrán las evaluación primaria y secundaria.

Cómo realizar la evaluación de la escena

En la evaluación de la escena quien auxilia deberá asegurarse de que no existen peligros para su persona en caso de brindar cualquier tipo de ayuda, la idea es no convertirse en una victima más. Evalúe el número de vehículos involucrados y vea qué fue lo que pasó, revise la condición de las personas que estén involucradas en el accidente y verifique cuántas están lesionadas.

La evaluación primaria consiste en saber si la víctima se encuentra inconsciente y si tiene dificultades para respirar:

1. Revise que las vías aéreas se encuentren limpias y sin obstrucción, así también el cuello, incline la cabeza de la víctima o eleve su mentón para permitirle respirar y si se sospecha de lesión en la columna al nivel del cuello.
2. Verifique que la víctima tenga buena respiración, para niños de pocos meses es de 30 a 40 respiraciones por minuto, para niños de hasta 6 años, de 25 a 30 respiraciones por minuto, y en adultos de 16 a 20, puede palpar el pulso en la vena temporal (sien), en el cuello (carótida), en la parte interna del brazo (braquial o humeral), en la muñeca (radial y cubital) y en la ingle (femoral).
3. Vea si hay hemorragias y contrólelas, no aplique torniquetes, simplemente presione directamente el sitio donde se encuentra el sangrado.
4. De ser posible revise el estado neurológico de la persona, es decir si responde a estímulos del medio, si responde a estímulos verbales, si responde solamente a estímulos dolorosos o si se encuentra incosciente o en estado de coma, es decir, que no responde a ningún estímulo.
5. Proteja a la víctima del medio ambiente.

La evaluación secundaria debe ser únicamente llevada a cabo si se ha aplicado la evaluación primaria, y esta consiste en una exploración más detallada del paciente, es decir, revisar sus signos vitales como respiración, pulso, temperatura, color de piel y presión arterial. Deberá revisar cuidadosamente distintas regiones del cuerpo como cabeza, cuello, tórax, abdomen, extremidades y estado neurológico, use sus manos y su oído.

En caso de un siniestro, es importante tomar extremas precauciones con respecto a los cuidados iniciales que se deben brindar a una víctima en situación de emergencia o con riesgo de pérdida de la vida o sufrimiento. Los cuidados mínimos previos al arribo de la ambulancia pueden ser en algunos casos, esenciales para que la víctima permanezca con vida.

Pasos a seguir

El Centro Mexicano para la Prevención de Accidentes sugiere en primer lugar la evaluación de la escena, esto significa que el área debe ser asegurada y se deberá conocer exactamente la naturaleza de la situación, obviamente esto puede implementarse inmediatamente después de que haya llamado al servicio de emergencias local.

Los datos importantes que deberá indicar al momento de llamar al número de emergencias es 1) Identifíquese, 2) Indique el tipo de emergencia de la que se trata, 3) Indique la localización exacta del accidente, 4) Si es necesario, solicite los servicios de urgencia que sean requeridos, médicos, de bomberos, protección civil, etc., 5) dar a conocer el incidente y sus características, como el lugar donde ocurrió, nombre de calles o intersecciones y los motivos, 6) brindar en la medida de lo posible el número exacto, o en su defecto, aproximado de las personas lesionadas, 7) si cuenta con el conocimiento, precise las lesiones, los antecedentes y tratamiendo de los afectados, 8) siga las instrucciones del operador, 9) sea el último en colgar.

No se acerque a un escenario de riesgo, y mucho menos si no se encuentra entrenado para ello, pues lo único que podría lograr es convertirse en otra víctima. Si la escena es insegura, mantenga su distancia y espere a que llegue el personal capacitado. Algunas amenazas para la seguridad son: fuego, cables con corriente eléctrica, explosivos, materiales peligrosos, inundación, temperaturas extremas, tránsito vehicular, armas, etc.

Otras indicaciones

Otras precauciones que deben tomarse en cuenta al momento de socorrer a alguien que haya sufriendo algún accidente de tránsito, son las enfermedades contagiosas. No entre en contacto con la sangre, saliva, vómito, heces y orina de la víctima. En caso de que el siniestro tenga que ver con algún transporte fallido de materiales peligrosos y usted no cuente con la preparación específica para manejar situaciones de riesgo, procure mantenerse alejado, siempre en favor del viento, llame a cualquier teléfono de emergencias y pida a quienes se encuentren cerca, que se alejen de inmediato de la zona de riesgo.

Todos los peatones tienen prioridad de paso más allá de que esté haciendo mal uso de las vías de desplazamiento. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de accidente deben tener en cuenta cuáles son sus derechos y obligaciones a la hora de circular.

Derechos

En aquellos sitios en los que no exista regulación de tránsito o autoridad competente, más allá de que el peatón tenga siempre la prioridad de paso, se debe tener en cuenta el mirar con precaución hacia los costados antes de cruzar, cerciorándose en el momento de que no exista riesgo para él en el momento de realizar el cruce.

Al momento en que un vehículo se acerque a una zona o franja de seguridad (demarcada física o imaginariamente) el conductor del vehículo está legalmente obligado a reducir la velocidad y a detener su paso si el peatón así lo exige. Recordemos que todo peatón tiene preferencia de paso por sobre el vehículo circulante.

Legalmente, si iniciado el cruce reglamentario se produjera un cambio inesperado de la señal luminosa del semáforo, el peatón tiene derecho también, a continuar su marcha hasta completar el cruce, debiendo los conductores respetar este derecho.

Obligaciones

En primer lugar, está terminantemente prohibido para el peatón circular en carreteras o rutas. Sin embargo, cuando tenga la necesidad imperiosa de hacerlo debido a diferentes circunstancias, circulará por la vía izquierda de la acera, o sea, en sentido contrario al de la circulación de los vehículos.

En las ciudades y poblados, los peatones circularán siempre manteniendo su derecha y evitando el uso  innecesario de la calzada. En aquellos lugares donde no exista acera, circularán uno detrás de otro a través de la calle y nunca en grupos juntos. El cruce de la calzada lo hará siempre en forma perpendicular al eje de la misma y verificando previamente que no exista riesgo para su vida al momento del cruce.

En una próxima entrega seguiremos detallando las obligaciones del peatón a la hora de emprender un camino en la ciudad.

 

En los últimos años y en virtud de la preocupación de Organismos Internacionales como la ONU, con respecto a la seguridad vial y a la reducción de accidentes por este motivo, las políticas con respecto a los niños se han ampliado y mejorado.

Algunos consejos para mantener la seguridad de los menores son:

a) Los niños menores de 12 años no pueden viajar en el asiento delantero del vehículo, ya que pueden sufrir lesiones severas ya sea por el parabrisas en el momento de un siniestro, o por el impacto de las bolsas de aire, que en su momento podrían incluso impedir su respiración adecuada, provocando la muerte.

b) En los asientos traseros, los niños de entre 3 y 12 años deberán contar con sistemas de sujeción homologados, o en algunos casos, los vehículos ya cuentan con un pequeño asiento incorporado. Aquellos niños menores de 3 años, deberán utiliar siempre el sistema de sujeción, con la vista al frente y perfectamente bien sujetados.

En América Latina, viajar con niños es hoy en día bastante común, sin embargo, la mitad de los menores viaja incorrectamente sujeto, la mayoría de los niños mayores a cuatro años no lleva puesto el sistema de retención. Los niños de entre 4 a 6 años solo el 11% lleva el cojín elevador adecuado. Niños de entre 7 a 9 años, solo el 20% viaja sujeto y lo hace sin cinturón de seguridad, no con el sistema adaptado a su edad y estatura.

Un niño que viaje sin ningún tipo de sujeción, multiplica en cinco sus posibilidades de sufrir lesiones mortales. Por ningún motivo se debe usar un solo cinturón de seguridad para dos niños o un niño y un adulto. No lleve a su bebé en brazos y no coloque objetos pesados o de gran tamaño en la bandeja trasera del coche, esto podría dificultar la visión del conductor o en caso de frenado, provocar daño a los pequeños.

Use para los niños únicamente el asiento de seguridad en el asiento trasero, las ventanillas deben estar cerradas a fin que que los pequeños no se asomen o arrojen objetos al pavimento. Utilice un parasol para el niño y evite que el sol le de directamente.

Hay ciertas precauciones que tanto peatones como conductores deben tener en cuenta al momento de emprender un viaje por las calzadas de un sitio para evitar así cualquier tipo de inconveniente o accidentes de baja o alta gravedad.

Zona de incertidumbre

Todos aquellos peatones o vehículos que circulan por las vías públicas están rodeados de un espacio o zona hacia donde tienen la posibilidad de  desplazarse de un modo imprevisto; esto es lo que se denomina “zona de incertidumbre”. Para esclarecer algo más el tema, veamos un ejemplo: En el momento en que un peatón se encuentra cruzando la acera, se encuentra rodeado, por delante y por detrás, de una zona de incertidumbre para el conductor de un vehículo que se acerca ya que el peatón en cuestión puede tener de un momento al otro, una reacción imprevista tanto hacia adelante como hacia atrás a la que debemos estar preparados para prevenir cualquier tipo de accidente.

También los vehículos poseen una “zona de incertidumbre” especialmente a escasa velocidad, ya que el conductor puede frenar abruptamente, de forma lateral o hacia adelante así como también cambiar de dirección sorpresivamente o ser víctima de la apertura inesperada de una puerta.

Zona de riesgo

En la parte anterior de los vehículos existe una zona que se considera altamente peligrosa denominada “zona de riesgo”: el sitio corresponde al espacio necesario para detener un vehículo a velocidad. La zona de riesgo aumenta al acelerar el rodado y disminuye al momento de descender la velocidad.

El acto de superponer la zona de riesgo de nuestro vehículo con la zona de incertidumbre del vehículo precedente o procedente resulta sumamente peligroso. Exactamente lo mismo se puede decir de aquellas maniobras de adelantamiento en las que las zonas de riesgo de ambos vehículos involucrados generan la aproximación peligrosa de las mismas. De ahí surge la alta necesidad de mantener siempre las “distancias de seguridad” cuando circulamos detrás de otros vehículos.

Es importante para nuestra seguridad y la de los demás, respetar y guardar las normas de tránsito para evitar así cualquier tipo de accidente.