El cuidado de los limpiaparabrisas es algo que no suele preocupar a los conductores a pesar de que circular con sus escobillas en mal estado puede reducir la visibilidad entre un 20% y un 30% en caso de lluvia.
A los 6 meses las escobillas ya comienzan a deteriorarse y se recomienda sustituirlas todos los años, siendo el mejor momento para hacerlo el otoño, antes de que empiecen a llegar las lluvias fuertes y las nevadas.
Entre los síntomas que nos avisan de que debemos cambiar los limpiaparabrisas están:
- Ruidos chirriantes: si a pesar de que las lunas están limpias las escobillas hacen ruido significa que los limpiaparabrisas están gastados.
- Falta de uniformidad: cuando el barrido no es uniforme y sólo limpia bien algunas zonas también significa que los limpiaparabrisas están desgastados.
Medidas para evitar que se estropeen:
- Cuando dejes el coche en la calle durante una nevada o granizada levanta los limpiaparabrisas para evitar que el caucho se pegue al cristal, de este modo no se deteriorará ni la luna ni la escobilla.
- En época de fuertes heladas conviene dejar un cartón entre el cristal y el limpiaparabrisas para proteger los cristales.
- Aunque no se vea, la suciedad se acumula en la parte interna del limpiaparabrisas y hay que eliminarla, lo puedes hacer con un paño o incluso utilizando alcohol.
- Es recomendable tener unos limpiaparabrisas de repuesto ya que por desgracia es habitual, sobre todo los fines de semana, que tras haber dejado el coche en la calle amanezca con los ellos rotos.
Fuente: Consumer