La suplantación en los exámenes de conducir es un negocio muy suculento en nuestro país, que además de constituir un delito pone en riesgo la seguridad vial.
Aunque los precios varian mucho, los suplantadores suelen cobrar entre 1000 y 2000 euros, y para que el engaño funcione la persona que realiza el examen de conducir suele tener un cierto parecido físico con la persona a la que suplanta y utiliza su permiso de conducir. A la cabeza de las suplataciones en los exámenes de conducir se encuentran los ciudadanos chinos y los subsaharianos.
Sólo en la Comunidad de Madrid, se detectaron en 2010 17 casos de suplantación en la realización del examen teórico que dieron lugar a la detención de 30 personas y en los meses que van de 2011 ya se han encontrado 6 casos y se ha detenido a 10 personas por el mismo motivo, por eso, para tratar de solucionar este problema la Guardia Civil se infiltra entre las casi 500 personas que acuden como media a diario al centro de exámenes de la DGT en Móstoles (Madrid) para examinarse de la prueba teórica del carnet de conducir.
Cuando los Agentes infiltrados descubren el presunto caso de suplantación, proceden a detener a la persona que se ha presentado a la prueba y después localizan a la que debería haberlo hecho, que en muchos casos se encuentra en el Centro de exámenes esperando el resultado de la prueba.
Los detenidos son acusados de un delito de falsificación de documento público, previsto en el artículo 392 del Código Penal, ya que el impreso que se entrega para la contestación de las preguntas del examen es un documento expedido por un organismo oficial que tiene la consideración de documento público.
