Tanto las empresas como las autoescuelas hacen cada vez un mayor uso de las herramientas prácticas de educación vial para impartir las clases diarias o algún curso puntual.
Un buen ejemplo de ello es la autoescuela Plasencia de Baza (Granada), que ha utilizado un simulador de conducción y unas gafas de simulación de alcohol en sangre para impartir recientemente un curso de seguridad vial, dirigido a empleados de una empresa de hormigoneras.
Durante una jornada, los 17 conductores de esta compañía recibieron una clase teórica sobre la seguridad vial en trabajo y los accidentes “in itínere” y “en misión”, y realizaron prácticas en el simulador de turismo DRIVE SEAT 500ST, un asiento de conducción muy similar a un turismo real que está especialmente concebido para impartir cursos de educación vial en un entorno seguro.
DRIVE SEAT 500ST incluía un programa de seguridad vial con el que los empleados realizaron diversos ejercicios como conducción libre en entorno de montaña nevado, práctica de la frenada con y sin ABS, práctica de esquiva de obstáculos o situaciones de emergencia en vías rápidas, entre muchos otros.
Además, las gafas de simulación de alcohol que utilizaron son una herramienta perfecta para que los usuarios puedan experimentar algunas consecuencias de la ingesta de alcohol como la distorsión visual, el aumento del tiempo de reacción, la alteración de la percepción de la distancia o la reducción de la visión periférica, entre otros.
