Autoescuelas dinámicas

Un camino poco explorado en el universo de las autoescuelas es la diversión y el verdadero gozo de conducir, placer expresado en diferentes niveles y actividades al volante, no sólo en el automovilismo.

Para ello, basta buscar opciones para complementar la educación que ofrecemos como autoescuelas. Pasa que algunas veces nos metemos demasiado en el ciclo temporal que podríamos considerar natural de la autoescuela. Entrar en una rutina de captación de alumnos, desarrollo de habilidades, preparación final y seguimiento post-aprendizaje. Esta rutina es positiva y contribuye a la misión esencial de la autoescuela. Pero otros caminos pueden andar a la par y mejorar constantemente mediante la variación.

Dinámica

Esto aportará mayor movimiento e interés en las autoescuelas mismas, tanto por parte de nuestros clientes como de nuestro personal. Se trata de aportarle un influjo de emoción y aventura al aprendizaje y dominio de las técnicas de conducción.

Esto puede hacerse mediante la organización de un sinfín de actividades en torno al aprendizaje. Por ejemplo, podríamos organizar un rally cada año o cada seis meses; uno temático en que instructores y estudiantes puedan divertirse al tiempo que desarrollan sus respectivas habilidades.

Módulos opcionales

Entre tanto, también se puede invitar a un curso de mecánica automotriz más minucioso que los de costumbre o impartirlo como un módulo extra e involucrar a los estudiantes en la mecánica básica, pero también en un nivel un tanto más complejo. Lo que les servirá para la prevención y el auto-mantenimiento de sus unidades.

Todo programa a incorporar se trata, básicamente, de implicar a los participantes en actividades que rompan con la rutina y que estén centradas en un aprendizaje lúdico de cuestiones inherentes a las autoescuelas. Sólo así se logran conductores eficaces y responsables, mediante la concienciación conductor-carretera-peatón.

Imagen cortesía de Justin Couture (autos.ca.msn.com) Todos los derechos reservados.