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Si bien es fundamental respetar siempre las normas de tránsito y asimismo, conducir en forma responsable; es aún más importante tomar las precauciones necesarias a la hora de emprender  un viaje de algunas horas. En la entrega de hoy le brindamos algunos consejos a tener en cuenta para evitar percances en trayectos largos.

Los preparativos

En la vísperas del viaje es recomendable por nuestra salud y la de nuestros posibles acompañantes, dormir y descansar lo suficiente para pode conducir de forma relajada y evitar  sufrir problemas de somnolencia, los cuales podrían acarrear graves problemas.

Además del mal descanso, otra causa de somnolencia y adormecimiento es la ingestión de comidas pesadas que producen largas digestiones. Por esto mismo, debemos evitarlas en trayectos en los que tengamos que conducir largamente.

No está de más indicar que la ingesta de cualquier tipo de bebida alcohólica (sin importar su graduación alcohólica) se debe suprimir totalmente tanto antes como durante el viaje.

El alcohol en sangre disminuye considerablemente los reflejos y crea una falta sensación de seguridad. Tampoco es bueno consumir estupefacientes, psicotrópicos y otros análogos en viaje.

En el trayecto

Es importante evitar la conducción continuada a lo largo de muchas horas ya que genera un cansancio excesivo a nuestro sentido de la vista en particular. Es recomendable detenerse aproximadamente cada 3 horas, correr el coche de la acera, descender del mismo, estirar todos los músculos y respirar aire fresco aunque sea unos instantes. En caso de que sienta cualquier tipo de síntoma de cansancio proceda de la misma forma y si le es posible duerma aunque sea un poco.

Además de todos los consejos anteriores recuerde llevar siempre indumentaria cómoda y calzado adecuado para el manejo.

Asimismo, debemos tener la precaución de colocar los objetos personales y aquellos que puedan necesitarse durante el trayecto a mano, en una zona de fácil alcance.

 

 

Al  momento de referirnos a alternativas planteadas para evitar la producción de accidentes de tránsito de distintos grados de magnitud, una de las más modernas y efectivas es sin dudas, la utilización de radares de control.

Qué son los radares

Estos pequeños artefactos pueden utilizarse bien dentro del vehículo para facilitar la labor del conductor, o bien fuera de ellos, para regular el movimiento de velocidad de la vía transitada.

La gran mayoría de los países latinoamericanos han comenzado hace años la implementación de su uso a grandes escalas. Gracias a la evolución diaria de la tecnología, los conductores pueden beneficiarse de su utilización y comprender, además, que estos diminutos artefactos pueden salvar nuestras vidas con su sola presencia.

Algunos  de los tipos más conocidos de radares son los sensores para estacionamiento: aquellos que señalan la distancia respecto del vehículo que precede o antecede, facilitando así las maniobras del conductor.

Asimismo, es importante destacar que más allá de la función que nombramos anterior mente, su utilidad mayor está siendo dada en las autopistas como detectores de aquellos automóviles que estén excediendo los límites de velocidad permitidos.

Los radares se encargan, en estos casos, de generar una estadística y permitir labrar una multa de infracción al  conductor que esté infringiendo la ley en el mismo momento de realizada la falta, evitando así que persista en el error.

Cabe recordar que las faltas respecto al exceso de velocidad son las más comunes y las estadísticas oficiales en toda América latina indican que en autovías y carreteras ocho de cada diez vehículos no respetan los límites de velocidad máxima establecidos.

Tipos de radares

Existen dos tipos de radares:

a)      Aquellos que funcionan automáticamente y son utilizados para obtener información  acerca de determinadas  características en zonas de tráfico delimitadas.

b)      Los de función manual, manejados por integrantes de entes reguladores intervinientes. Son estos los más influyentes a la hora de realizar el control sobre un vehículo posiblemente infractor y aplicarle  o no la multa posteriormente.

 

Según las últimas estadísticas oficiales de la policía de tránsito de Perú, en el 40% de los accidentes ocurridos en la vía pública en este país, la responsabilidad es exclusivamente del peatón.

Infracciones

Por ello se ha fijado a fines del año 2010 una normativa que promueve multas a estos peatones imprudentes.

La nueva norma señala una multa aproximada de 18 soles para aquellos que crucen incorrectamente las calzadas; 72 soles para quieres crucen erróneamente sin utilizar los puentes peatonales o cruces subterráneos para tal fin.

Por último, se sancionará con un pago  de 27 soles a los transeúntes que desciendan o ingresen repentinamente a la calzada para intentar detener un vehículo o para ascender o descender del mismo.

También se señaló que las autoridades policiales están en la obligación de detener momentáneamente a aquellos que  incurran en alguna infracción.

Beneficios

Las autoridades pertinentes indicaron además que aquellos transeúntes que no cumplan el pago de las multas serán inscriptos en centrales de riesgo, como ocurre con cualquier otra deuda. Asimismo, se ha considerado canjear las multas a través del trabajo comunitario o con clases de educación vial. Se planteó también, que en caso de que la factura se pague en buen término, cabrá la posibilidad de descuentos entre el 17 y 33 % sobre el monto total.

De todas formas, extraoficialmente nos informaron que los transeúntes peruanos no están totalmente de acuerdo con esta nueva normativa ya que las condiciones de señalización y de aceras y calzadas no es la mejor. Sería bueno que las autoridades tomaran cartas en el asunto sobre estos temas para que las multas sean aplicadas justamente para todos.

Sin embargo, más allá del desacuerdo de muchos, es bueno entender que la reglamentación surge de la necesidad de protegernos para evitar innecesarios y evitables accidentes de tránsito.

Desde ahora, la República del Perú se suma a las lista de países que no sólo multan al conductor sino también a aquellos que transitan a pie por las ciudades y que, en muchos casos, hacen caso omiso de las normas impuestas.

 

Todos los peatones tienen prioridad de paso más allá de que esté haciendo mal uso de las vías de desplazamiento. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de accidente deben tener en cuenta cuáles son sus derechos y obligaciones a la hora de circular.

Derechos

En aquellos sitios en los que no exista regulación de tránsito o autoridad competente, más allá de que el peatón tenga siempre la prioridad de paso, se debe tener en cuenta el mirar con precaución hacia los costados antes de cruzar, cerciorándose en el momento de que no exista riesgo para él en el momento de realizar el cruce.

Al momento en que un vehículo se acerque a una zona o franja de seguridad (demarcada física o imaginariamente) el conductor del vehículo está legalmente obligado a reducir la velocidad y a detener su paso si el peatón así lo exige. Recordemos que todo peatón tiene preferencia de paso por sobre el vehículo circulante.

Legalmente, si iniciado el cruce reglamentario se produjera un cambio inesperado de la señal luminosa del semáforo, el peatón tiene derecho también, a continuar su marcha hasta completar el cruce, debiendo los conductores respetar este derecho.

Obligaciones

En primer lugar, está terminantemente prohibido para el peatón circular en carreteras o rutas. Sin embargo, cuando tenga la necesidad imperiosa de hacerlo debido a diferentes circunstancias, circulará por la vía izquierda de la acera, o sea, en sentido contrario al de la circulación de los vehículos.

En las ciudades y poblados, los peatones circularán siempre manteniendo su derecha y evitando el uso  innecesario de la calzada. En aquellos lugares donde no exista acera, circularán uno detrás de otro a través de la calle y nunca en grupos juntos. El cruce de la calzada lo hará siempre en forma perpendicular al eje de la misma y verificando previamente que no exista riesgo para su vida al momento del cruce.

En una próxima entrega seguiremos detallando las obligaciones del peatón a la hora de emprender un camino en la ciudad.

 

Hay ciertas precauciones que tanto peatones como conductores deben tener en cuenta al momento de emprender un viaje por las calzadas de un sitio para evitar así cualquier tipo de inconveniente o accidentes de baja o alta gravedad.

Zona de incertidumbre

Todos aquellos peatones o vehículos que circulan por las vías públicas están rodeados de un espacio o zona hacia donde tienen la posibilidad de  desplazarse de un modo imprevisto; esto es lo que se denomina “zona de incertidumbre”. Para esclarecer algo más el tema, veamos un ejemplo: En el momento en que un peatón se encuentra cruzando la acera, se encuentra rodeado, por delante y por detrás, de una zona de incertidumbre para el conductor de un vehículo que se acerca ya que el peatón en cuestión puede tener de un momento al otro, una reacción imprevista tanto hacia adelante como hacia atrás a la que debemos estar preparados para prevenir cualquier tipo de accidente.

También los vehículos poseen una “zona de incertidumbre” especialmente a escasa velocidad, ya que el conductor puede frenar abruptamente, de forma lateral o hacia adelante así como también cambiar de dirección sorpresivamente o ser víctima de la apertura inesperada de una puerta.

Zona de riesgo

En la parte anterior de los vehículos existe una zona que se considera altamente peligrosa denominada “zona de riesgo”: el sitio corresponde al espacio necesario para detener un vehículo a velocidad. La zona de riesgo aumenta al acelerar el rodado y disminuye al momento de descender la velocidad.

El acto de superponer la zona de riesgo de nuestro vehículo con la zona de incertidumbre del vehículo precedente o procedente resulta sumamente peligroso. Exactamente lo mismo se puede decir de aquellas maniobras de adelantamiento en las que las zonas de riesgo de ambos vehículos involucrados generan la aproximación peligrosa de las mismas. De ahí surge la alta necesidad de mantener siempre las “distancias de seguridad” cuando circulamos detrás de otros vehículos.

Es importante para nuestra seguridad y la de los demás, respetar y guardar las normas de tránsito para evitar así cualquier tipo de accidente.

 

 


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