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Actualmente tenemos varios tipos de furgonetas circulando en ciudades y rutas nacionales. Son una serie de vehículos a medio camino entre camionetas y camiones que normalmente se utilizan para desplazamientos profesionales, es decir implicando un tema laboral, ya sea de carga o traslado de pasajeros.

Es extraño porque no se necesita un permiso especial para conducir furgonetas, de acuerdo con declaraciones de Francisco Javier Páez, quien se ha desempeñado en la Unidad de Accidentología del  Instituto de Investigación de la Universidad Politécnica de Madrid. (Insia)

Lo peor es que la situación actual de las furgonetas no es nada nueva, prácticamente hace unos 30 años que no han cambiado.

En la actualidad incluso, han desaparecido algunas diferencias de las furgonetas con otros vehículos, por ejemplo los llamados «turismo». Uno hoy en día ya no distingue bien si se hace a la carretera con un turismo o con una furgoneta moderna, todos los días vemos circulando turismos que parecen furgonetas y también furgonetas que parecen turismos familiares.

Sin embargo debemos comprender que en una furgoneta estamos tomando a nuestro cargo un nivel de riesgos un poco mayor.

Por ejemplo, las furgonetas no tienen instalado ningún dispositivo controlador de la velocidad como tacógrafos o cajas negras y tampoco vienen instalados elementos de seguridad activos como frenos ABS.

Lo malo es que el problema no es tecnológico, ya que perfectamente se pueden instalar estos componentes en las furgonetas, el tema es que nuestros conductores no tienen integrado en sus actitudes el sentido de la seguridad que se desprende de estos dispositivos.

El volumen, ¿una solución o un problema?

Un factor constitutivo de las furgonetas es su volumen, lo que lamentablemente en los casos que estamos analizando, agravan el problema.

Si consideramos dos vehículos que circulan a la misma velocidad por la misma carretera veremos que su capacidad de frenado y maniobra pasa a depender casi exclusivamente de sus volúmenes, es un problema sencillo de energía cinética de cada uno de ellos.

Otra dificultad que tradicionalmente han presentado las furgonetas es su facilidad de vuelco cuando van demasiado cargadas, debido fundamentalmente a la elevación de su centro de equilibrio.

Esto hace que cuando una furgoneta cargada deba hacer una maniobra complicada, puede llegar a perderse el control muy fácilmente y volcar.

Las furgonetas deben ser una herramienta en las calles y por lo tanto deben controlarse con la misma rigurosidad que el resto de las camionetas y camiones que realizan un trabajo similar.

Marcelo E. Bonari

Una de las principales características del transporte profesional de primera calidad es la seguridad, lo que justifica que gran parte de la formación del conductor profesional deba dirigirse hacia la prevención de accidentes.

El objetivo no es solamente minimizar los costos directos de un eventual siniestro, sino también trabajar sobre los impactos dentro de la organización, en la sociedad y en la imagen de la empresa.

La definición de accidente sería el resultado final de un proceso donde coinciden diversos eventos, condiciones y conductas. Pueden confluir el estado del vehículo, de la red vial, la normativa, la señalización, la gestión de seguridad, la supervisión y el comportamiento del conductor, junto con sus capacidades psicofísicas.

Como sabemos, en general un accidente no se produce debido a alguno de estos factores tomado en forma aislada, sino que es por la compleja conjunción de varios de ellos.

Cualquier combinación equivocada de estos factores puede desembocar en una situación catalogada de riesgo.

Ajustando un poco los conceptos

Podemos hacer una distinción entre incidente y accidente, tomando el primer concepto como previo y posible desencadenante del segundo, es decir cuando hay un incidente en el tránsito, es probable que a partir de él se produzca un accidente.

El incidente es sin lugar a dudas una situación de riesgo, luego de la cual se puede o no desarrollar un accidente.Nuestra acción educativa podría perfectamente dirigirse a trabajar evitando los incidentes de tráfico.Por ejemplo, algunas veces observamos giros riesgosos de vehículos, producto de la fatiga del conductor, del estrés, del apuro o negligencia. Sin embargo estos giros no siempre desembocan en un accidente de tránsito.

Si estamos hablando de conductores profesionales podemos trabajar estos aspectos en forma preventiva, previamente a que estos factores perjudiciales para los conductores se desarrollen.

Podemos trabajar también sobre la extensión de la confianza más allá del límite realmente confiable de cada conductor, momento en que en lugar de constituirse en una cualidad se vuelve un verdadero riesgo.Es posible que incluso pase un tiempo y los incidentes no se vuelvan accidentes y las conductas peligrosas se vuelvan normales, esto es debido a que los individuos no valoramos adecuadamente los verdaderos riesgos que estamos corriendo y los vemos a la luz de nuestra propia experiencia particular.

En una labor social desarrollada por academias especializadas se puede trabajar este tema a partir de compartir con los alumnos decenas de experiencias, mostrando un panorama muchísimo más amplio y completo que el que podamos abarcar individualmente.

Debemos formar conductores que se manejen dentro de los límites de seguridad impuestos por la normativa vigente, el correcto uso de los vehículos y el sentido común para tomar buenas decisiones cuando sea necesario.

Aún en el posible error, el conductor profesional debe incorporar en su conducta la idea de protección de los actores más vulnerables que se puedan encontrar en una situación de riesgo, y esa es una labor impostergable para el sistema educativo vial.

¿Qué es la conducción técnica?

Básicamente se refiere a las condiciones en las que debe mantener su vehículo y el control de gastos por ejemplo, de esas revisiones y de la gasolina.

Es importante que registre todos los pagos que realice en las gasolineras, a fin de llevar un control de su consumo, eso le ayudará a reconocer anormalidades ya sea en el rendimiento de su automóvil, o incluso denunciar aquellos establecimientos donde las expendedoras de gasolina estén alteradas. por otro lado, un vehículo que requiere afinación puede sobreconsumir un 20% de combustible por cada carga regular.

Medidas preventivas a tener en cuenta

Realice verificaciones comunmente como afinación, conservación, cambio de aceite, revisión de niveles, etc., también verifique constantemente el estado de las llantas y la presión de aire. En su vehículo encontrará algunas indicaciones de cómo ahorar combustible y de cómo mantener en óptimas condiciones su automotor.

El aceite se cambia por lo general cada 5 mil u 8 mil kilómetros, y es prudente también reemplazar el filtro en cada cambio. Con respecto al anticongelante, si se vive en clima frío, revíselo constantemente, no olvide mantenerlo siempre a buen nivel.

La mayoría de las personas creen que la batería no requiere mantenimiento, pero es prudente revisarla cada 3 meses a fin de agregar líquido a las baterias o en su caso agua purificada o destilada, esto con el fin de que le dure más tiempo, aunque por lo general, las baterías que vienen junto con el auto, es decir, aquellas instaladas de fábrica, le pueden durar hasta 6 años, imagine si le da un buen mantenimiento, tal vez podría evitar comprar una nueva batería cada dos o tres años.

El filtro del aire debe revisarse cada 2 o tres meses, o si se circula constantemente por caminos polvosos o por caminos de tierra, hay que cambiarlo si se encuentra demasiado sucio. Deben revisarse todos los faros, tanto los traseros y delanteros, a fin de que todos los focos funcionen y que no se encuentren muy altos, pues podrían dificultar la visión del auto que circula frente a usted.

Los limpiaparabrisas deben revisarse siempre antes de comenzar la época de lluvias, procure que no se encuentren rotos o secos, de lo contrario no solo puede afectarle la visión en caso de lluvia, sino que podría dañar su parabrisas.

El líquido de los frenos debe controlarse cada 60 días, si el nivel se encuentra muy disminuido, complete y controle la presencia de fugas. La afinación del motor puede realizarse cada 50 mil kilómetros o cuando lo indique el vehículo o el mecánico. Las correas del motor deberán cambiarse en principio cada 40 mil kilómetros o cuando así se le indique por el especialista, esto permitirá un mejor rendimiento de su motor.



 

La Agencia Andaluza de Energía ha informado que durante el año 2010 algo más de 3 mil ciudadanos han tomado cursos de conducción eficiente.
En lo que va del año 2011 se han seguido brindando estos cursos a buen ritmo y no solo se espera superar la marca del año pasado, sino que se estima que se puede duplicar la cantidad de beneficiarios.
Estos cursos permiten que los conductores incorporen conceptos tan básicos como el ahorro del combustible y de la reducción de la contaminación ambiental.
De los conductores que toman los cursos, aproximadamente el 60 por ciento lo hacen en vehículos ligeros y el resto conducen vehículos industriales privados o son profesores de educación vial.
Estos cursos son absolutamente gratuitos para los estudiantes, los que se clasifican en conductores particulares, transportistas profesionales, profesores de autoescuelas y trabajadores de la Dirección General de Tráfico.
Con la utilización de los conocimientos adquiridos en estos cursos se estima que el ahorro por persona puede llegar a los 170 euros al año, solamente en combustible.
El presupuesto que está dispuesto por la Consejería de Economía de la Agencia para el bienio 2010-201 supera los 617 mil euros.
Los cursos se están realizando en Sevilla, Málaga, Cádiz, Granada. Córdoba. Jaén, Almería y Huelva.
Desde el inicio de este tipo de iniciativas, por el año 2005, la Agencia de Energía ha destinado a estas actividades casi 2.5 millones de euros, en un plan que tiene como meta formar en conducción eficiente a unos 20 mil conductores.

3 millones de automóviles

Los motivos que tienen los andaluces para realizar esta inversión en materia educativa son muy claros.
En la región de Andalucía tienen registrados más de 3 millones de automóviles, cuya demanda de combustible trepa al 52 por ciento del total de consumo del transporte en carreteras.
Mediante la incorporación de las técnicas de conducción eficiente impartidas, los conductores tendrán la posibilidad de ahorrar esos 170 euros anuales en un recorrido de aproximadamente 15 mil kilómetros cada vehículo.
Para el caso del transporte profesional pesado, el cálculo estimado de ahorro se sitúa entre el 8 y el 17 por ciento del consumo en combustible.
Para poner un ejemplo concreto, en la flota pública de autobuses se consume una media aproximada de 48 litros por cada 100 kilómetros de recorrido.
Mediante la utilización de las técnicas de conducción eficiente es posible que una flota de 500 autobuses ahorre en un año algo más de 1 millón de litros de gasoil, con el consiguiente ahorro económico y los muchos beneficios ambientales conocidos por todos nosotros.

Un detalle de los cursos

Los cursos impartidos son teórico-prácticos y tienen una duración aproximad de 5 horas.
En ellos los conductores reciben consejos acerca de como arrancar el motor adecuadamente, como circular en las marchas mejor indicadas para cada ocasión, porqué deben apagar el motor en las esperas de más de un minuto, como enfrentarse a una pendiente, etc.
Se les indica además que tienen la posibilidad de consultar la página web de la Agencia en casos de dudas y para la obtención on-line de un Manual de Conducción Eficiente.

 

Creemos que los cursos de conducción de motocicletas en circuito son de gran ayuda, tanto para al aprendiz como para el instructor. El nuevo conductor va a tener la oportunidad de aprender, de corregir y pulir defectos en lugares que cuentan con altas condiciones de seguridad.

Ventajas de estos cursos

También le pueden servir para conocer los límites, tanto los propios como conductor, como los de su vehículo. Y al mismo tiempo podrá tener la oportunidad de poner en práctica inmediatamente los consejos que seguramente les demos los docentes a cargo del curso.
Sin embargo, lo que se pueda aprender en el circuito no siempre se puede utilizar para el día a día del conductor.

Si el estudiante es novato absoluto, seguramente necesitará varias incursiones en circuitos y varias sesiones de práctica en carretera en las que los instructores vamos a ir poniendo en práctica poco a poco todo lo que le vayamos enseñando.

El período de adaptación del nuevo conductor

Es necesario un período de adaptación para que el nuevo conductor se acostumbre a utilizar en la calle el régimen de referencias, las aceleraciones y frenadas que podamos mostrarle en el circuito de aprendizaje.
Un complemento ideal al circuito podría ser la práctica en una calle o carretera real cerrada o con poco tránsito.

Allí podremos poner en práctica lo visto en la teoría y en el circuito pero en una calle real, donde se pueden valorar correctamente varias de las cosas esenciales que se deben saber: mirar a lo lejos, anticipar las curvas, colocar el cuerpo y la moto para las frenadas, engranar las marchas correctamente, no forzar los neumáticos, no echarse hacia el carril contrario en las curvas hacia la izquierda y varias prácticas más.

Consideramos que la conducción en circuitos combinada con una práctica real en calles y carreteras es una magnifica forma de conseguir conductores cada vez más seguros y una buena manera de enseñar.

No estamos hablando de grandes presupuestos ni inversiones, simplemente hay que ordenar algunos recursos ya existentes en cualquier sociedad y ponerlos al servicio de todos.

Porque en definitiva un conductor seguro y eficiente es muy beneficioso no sólo para sí mismo, sino para toda la circulación vial.